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Aquí te contaremos todo lo que debes saber sobre la extinción de condominio y qué sucede cuando hay una hipoteca. Continúa leyendo el artículo para enterarte.

La extinción de condominio es un proceso que engloba un concepto legal muy importante cuando se trata de la propiedad compartida de un bien inmueble. Es una operación por medio de la cuál será posible desvincularse de la propiedad compartida, con una distribución justa y legal. Por eso, si tienes la idea de comprar o vender una propiedad, estás atravesando un divorcio o solo deseas saber cómo funciona la propiedad compartida en España, este artículo es perfecto para ti. Al estar informado al respecto será más sencillo atravesar el proceso de la extinción de condominio.

La extinción de condominio

Cuando hablamos de la extinción de condominio nos referimos a un proceso legal que posibilita la disolución de la propiedad compartida sobre un bien. De este modo, los copropietarios podrán dividir el valor del bien o uno de ellos se queda con la totalidad, compensando económicamente a las demás partes.

Es un proceso muy habitual en casos donde, por ejemplo, varios hermanos heredan una propiedad o cuando una pareja decide divorciarse.

Para entender mejor aquí va un ejemplo, si tres hermanos heredan una vivienda de sus padres, puede suceder que uno de ellos tenga interés en mantener la propiedad y los otros no. En este caso, la extinción de condominio sería una buena opción. El que se quede con la propiedad deberá compensar económicamente a los otros dos, de acuerdo al valor de la propiedad.

Debemos mencionar que la separación de bienes no se aplica únicamente a los inmuebles, también puede aplicarse a otros bienes como coches o cuentas bancarias compartidas. Sin embargo, aquí hablaremos sobre sus implicaciones cuando hay un inmueble de por medio.

¿Cuáles son los motivos más comunes para la extinción de condominio?

La realidad es que los motivos pueden muchos y dependen de las situaciones particulares de los copropietarios de una vivienda. Sin embargo, podemos mencionar algunos de los casos más habituales:

Es posible diferenciar entre las principales de causas las que son voluntarias y las forzosas.

Voluntarias

Acuerdo entre partes: en este caso, los propietarios acuerdan voluntariamente extinguir el condominio. Un ejemplo para comprenderlo mejor, una pareja que compartía una vivienda se separa y uno de ellos se queda con la vivienda de mutuo acuerdo.

Venta de la propiedad: los copropietarios están de acuerdo en vender la vivienda a un tercero, se lleva a cabo una extinción de condominio.

Forzosas

Fallecimiento de un copropietario: en este caso, la parte del copropietario que ha fallecido será repartida entre los herederos, esto puede llevar a una extinción de condominio si los herederos y los copropietarios restantes deciden que quieren deshacerse de la propiedad.

Orden judicial: puede suceder que un juez ordene este procedimiento, esto pasa fundamentalmente en casos de disputas entre copropietarios que afectan el uso y disfrute del bien común. Es muy habitual en divorcios o peleas entre familiares que heredaron una vivienda.

¿Cuáles son las consecuencias de la extinción de condominio?

Las consecuencias de este procedimiento variarán dependiendo de si existe un acuerdo entre las partes o no. Analizaremos las dos posibilidades.

Si hay acuerdo entre las partes

  • División amistosa: en este caso, los copropietarios están de acuerdo sobre cómo proceder, el proceso de separar la titularidad de una vivienda puede realizarse de forma amistosa, facilitando una división justa y equitativa de los bienes o su valor. Se trata de un acuerdo cordial, donde no se presentan inconvenientes.
  • Costes reducidos: el entendimiento entre las partes puede implicar costes legales y administrativos más bajos.
  • Un proceso más corto: la cooperación ayuda a que el proceso sea más rápido y eficiente, sin demoras ni trámites.

Si no hay acuerdo entre las partes

  • Disputas legales: si no se llega a un acuerdo, pueden tener lugar disputas legales que requieran la intervención de un juez para solucionar el caso. Esto puede extender la duración del proceso y aumentar la tensión entre las partes.
  • Costes altos: si no hay de acuerdo los costes legales y administrativos pueden aumentar, honorarios de abogados, tasas judiciales, entre otros.
  • Estrés: las tensiones entre copropietarios pueden generar estrés y afectar las relaciones, esto puede hacer más difícil el proceso.

¿Qué se necesita para hacer una extinción de condominio?

Imaginemos que una pareja, luego de años de matrimonio, opta por divorciarse. Mientras estaban casados, compraron un inmueble que está a nombre de los dos. No obstante, luego del divorcio, no llegan a un acuerdo sobre cómo dividir o vender el inmueble mediante Convenio Regulador, y uno decide dirigirse a los tribunales para buscar una solución. Así sería el proceso:

Proceso judicial

Se presenta una demanda judicial para solicitar la extinción del condominio. Allí se describe la situación y se brindan pruebas, por ejemplo, el certificado de matrimonio, la escritura de la vivienda, entre otros.

Se lleva a cabo una vista judicial en la que las dos partes exponen sus argumentos y presentan pruebas adicionales.

Resolución judicial

Luego, el juez emitirá una sentencia en la que ordena la extinción del condominio y establecerá las condiciones para realizarla, por ejemplo, la venta de la vivienda y la división de los beneficios, o la adjudicación de la propiedad a una de las partes compensando económicamente a la otra.

¿Qué documentos debo presentar?

  • Sentencia judicial: se trata de un documento fundamental, contiene la orden judicial que a efectos legales es el punto de partida para los trámites administrativos que vendrán luego.
  • Escritura pública: cuando se tiene la sentencia, deberás dirigirte a un notario para formalizar la extinción del condominio por medio de una escritura pública.
  • Registro de la propiedad: por último, deberás registrar la nueva titularidad aquí para que tenga eficacia ante terceros.

¿Quién debe asumir los gastos de la extinción de condominio?

Los gastos pueden ser asumidos por las partes por acuerdo voluntario, o si hay desacuerdo, por una resolución judicial. Lo más habitual es que la parte que se queda con la propiedad asuma los costes.

La extinción de condominio puede incluir los siguientes gastos:

  • Gastos judiciales: se trata de los honorarios de abogados, tasas judiciales, y costos de peritos en caso de ser necesarios.
  • Gastos notariales: entre un 0,2% y un 0,5% sobre el valor de la vivienda cedida.
  • Gastos registro de la propiedad: entre un 0,1% y un 0,25% sobre el valor de la vivienda cedida.
  • Gastos derivados de la hipoteca: en caso de haber una hipoteca sobre el inmueble, pueden aparecer gastos como comisiones por cancelación o durante el proceso de novación hipotecaria.
  • Tributos: en la extinción de condominio se tributa por AJD y el coste variará según donde se encuentre ubicada la vivienda, costará entre un 0,5% u un 1,5%.
  • Gastos de gestoría: en caso de que se contrate una gestoría para realizar los trámites vinculados a la extinción de condominio, también se deberán asumir estos costes.

¿Qué sucede con la extinción de condominio cuando hay una hipoteca?

Si hay una hipoteca de por medio el proceso se vuelve un poco más complicado. Por ejemplo, el caso de una pareja que decide divorciarse, y tienen una vivienda en común con una hipoteca pendiente. En este caso, no se debe decidir únicamente cómo dividir el bien, también cómo gestionar la deuda pendiente. El banco que otorgó la hipoteca también tendrá un papel importante en este proceso.

Los problemas más comunes

Saldo pendiente del préstamo hipotecario: debes saber cuál es la cantidad pendiente de la hipoteca. Se trata de un punto que influirá en la posible autorización de la hipoteca por parte de la entidad al nuevo titular. Es muy habitual que la parte que se quede con la vivienda y la hipoteca tenga dificultades para afrontar sola la cuota mensual. Es por esto que, la operación puede ser denegada.

Inconvenientes con la tasación de la vivienda: al volver a realizar el proceso hipotecario para el nuevo propietario se debe tasar la vivienda nuevamente. El inconveniente es que muchas veces el valor de la vivienda ha bajado y esto dificulta la aprobación del préstamo por parte de la entidad. Se puede complicar más si el préstamo inicial prácticamente no ha sido amortizado. 

Costes extra: pueden aparecer costes adicionales, por ejemplo, comisiones por cancelación anticipada de la hipoteca inicial, o gastos notariales y de registro vinculados a la modificación del préstamo hipotecario.

Posibles soluciones a estos inconvenientes

Refinanciación: en ocasiones, llevar a cabo una novación con ampliación de capital y aumento de plazos puede ser lo ideal. Te permitirá ganar liquidez si ya has abonado el pago acordado con la otra parte, y se reduce la carga mensual que tendrás que asumir de ahora en más. Ten en cuenta que esto puede implicar tener que buscar otra entidad bancaria si el tuyo no aprueba este cambio de condiciones.

Sumar titulares o buscar un aval: puedes buscar una garantía extra para que la entidad apruebe la operación en caso de extinción de condominio es otra opción. También, puedes sumar otro titular o un aval para facilitar la aprobación del nuevo préstamo hipotecario.

En resumen, cuando hay un desacuerdo entre los titulares de una vivienda es sencillo acabar en un juzgado gastando dinero. El proceso de extinción de condominio sobre una vivienda puede ser un simple trámite o una verdadera complicación si no se llega a un acuerdo voluntario. 

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho saber qué opinas sobre la extinción de condominio. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

Si te encuentras en una situación que no puedes resolver por tu cuenta, no dudes en acudir a Oi Real Estate. Un equipo de profesionales estará a tu disposición y te ayudará en todo el proceso ¡Te esperamos!

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Ya sea como resultado de un proyecto personal, de conveniencia económica o por cambios en la situación de la pareja, comprar una casa en conjunto es una alternativa habitual para muchos jóvenes. La situación de la documentación difiere si están casados o es una unión de hecho, así como por las responsabilidades y capitales que les afecten. En la nota de hoy repasamos algunos panoramas posibles dentro del vínculo entre la casa y la pareja, y qué documentación se requiere para comprar o vender en cada caso.

¿Quieres comprar una casa con tu pareja? ¡Adelante!

La compra de una casa es un proyecto que requiere planificar muy bien dos factores esenciales: el tiempo y el dinero. Por tanto, cuando se emprende un proyecto de tal importancia en pareja es natural que aparezcan ciertas inquietudes: si es mejor casarse antes de comprar, cómo dividir los gastos, cómo se establece formalmente la propiedad, e incluso qué sucede con la casa si la pareja se disuelve. Veamos primero el panorama de la compra.

Cuando la casa y la pareja van de la mano: qué implica comprar en conjunto

Comprar un piso en pareja es conveniente por varias razones. La lógica suma de ingresos o ahorros es algo muy bien visto por los bancos, que tienden a otorgar préstamos mayores y mejores condiciones cuando son dos los pagadores. Esto es así porque la entidad tiene mayor posibilidad de recuperar el préstamo ante la eventualidad de que el vínculo se disuelva o una de las partes se quede en paro, por ejemplo.

Ante la disolución del vínculo, ciertamente, hay cuestiones que se establecen de antemano en la firma de la hipoteca. Por ejemplo, si el préstamo se pide en conjunto en régimen de gananciales, se establece una situación de proindiviso o de comunidad de bienes. Esto significa que se regularán derechos de copropiedad, por los que normalmente el 50% del préstamo y del inmueble quedan adjudicados a cada uno de sus miembros, y por ende las aportaciones en la compra de una vivienda se determinan a partes iguales.

Este tipo de cuestiones quedan siempre más claras mientras más formalizado esté el vínculo o, en su defecto, por la firma de acuerdos legales pertinentes. Si se trata de una pareja no casada lo ideal antes de comprar piso es acordar previamente reglas para afrontar deudas y haberes, y elevarlas a la escritura pública, lo que en general tiene un coste menor a cien euros.

Lo mismo vale para el caso en que uno de los miembros de la pareja tenga deudas importantes. El estar en pareja -y más si está consolidada-, facilitará el conseguir préstamos hipotecarios, aunque se le soliciten más condiciones debido al potencial riesgo que representa ser deudor o tener alguna carga.

Entonces, ¿es lo mismo un matrimonio que una pareja de hecho?

En la mayoría de las comunidades autónomas el matrimonio va asociado al régimen de gananciales (todo a medias), aunque hay algunas zonas donde lo habitual es la separación de bienes, tales como Aragón, Islas Baleares, Cataluña, Navarra y algunos lugares del País Vasco.

La norma general indica que los beneficios y las deudas serán proporcionales a la participación firmada (si la hubiese) o se presumirán iguales, si no existiese acuerdo previo (artículo 393 del Código Civil). Además, cada copropietario tendrá derecho a obligar al otro a contribuir a los gastos de conservación de la cosa o derecho común (artículo 395 del Código Civil).

Otra cuestión a considerar es que al contraer matrimonio y establecerse un régimen de bienes gananciales, se reconocen los bienes previos -patrimonios privativos-, de cada cónyuge y el patrimonio ganancial, esto es, las ganancias de los cónyuges durante su matrimonio, incluidos los beneficios producidos tanto por los bienes gananciales como los privativos. En el caso de las deudas generadas durante la unión, los bienes privativos de cada uno de los cónyuges también actúan como garantes. De esta manera el matrimonio actúa como una sociedad a la que le corresponden derechos y obligaciones intransmisibles e irrenunciables sobre las cargas y beneficios de sus bienes.

En el caso de una pareja no casada que compra en régimen de bienes gananciales, se deberá escriturar el inmueble a nombre de las dos personas, siendo éste propiedad de los dos a partes iguales, independientemente de lo aportado por cada uno.

¿Puede haber excepción? Sí, si uno de los cónyuges aporta dinero privativo (por ejemplo, procedente de la herencia de sus padres), puede hacerlo constar en la escritura de compra de modo que ese cónyuge tenga una mayor participación en la propiedad de la vivienda.

Cuando la casa y la pareja se disuelven: qué hacer en caso de separación de los bienes

Tal como su nombre lo indica, en los matrimonios con un “régimen de separación de bienes” se mantienen separados los patrimonios de cada uno de los cónyuges. Así, si la compra ha sido realizada solo con el dinero de uno de los contrayentes, la vivienda será exclusivamente suya. Sin embargo, es importante recordar que para el caso de la vivienda familiar esta exclusividad requiere el consentimiento de ambos o, en su defecto, de autorización judicial. Por ello es que existen las llamadas “capitulaciones matrimoniales” o, dicho de modo sencillo, las condiciones económicas que regirán su matrimonio.

Acuerdos y condiciones para repartir el capital tras un divorcio

Si la pareja casada que adquirió una propiedad se divorcia, habrá que analizar, primero, quién posee no sólo la titularidad sino su derecho de uso. Aunque normalmente coinciden, puede suceder que en base a lo que decida la pareja o el juez en su sentencia -sobre todo si hay hijos menores o un cónyuge merecedor de mayor protección-, la titularidad sea derivada a uno de ellos, al margen de quién tenga atribuido su uso.

En este caso, si el régimen económico matrimonial es el de gananciales, el acuerdo pasará por la disolución y liquidación de la sociedad común. Esto se puede hacer antes del divorcio, modificando mediante capitulaciones matrimoniales el régimen económico matrimonial de sociedad de gananciales por el de separación de bienes; o bien en el procedimiento judicial de divorcio, incluyendo la propuesta de disolución y liquidación de la sociedad de gananciales en el Convenio Regulador.

Normalmente la adjudicación de la casa a uno de los cónyuges representa un excedente en relación al resto de los bienes comunes, por lo que se exige una compensación económica hacia la otra parte de la pareja. Todo esto si no existe algún tipo de acuerdo previo a la hipoteca o se estipula otra cosa en las capitulaciones matrimoniales, en cuyo caso hay que regirse por ese acuerdo previo.

¿Qué hacer si la vivienda tiene una deuda?

Si la vivienda tiene una deuda es posible venderla a un tercero para saldarla y repartirse el beneficio, si lo hubiera.

Otra opción es negociar con la entidad financiera con la que se contrajo el préstamo, la liberación de la deuda de uno de los cónyuges. No es, hay que decirlo, la opción más simple, ya que los bancos serán reticentes a reducir las garantías de cobrar la hipoteca.

Una tercera alternativa es extinguir el condominio de la vivienda, es decir, ceder la propiedad al otro cónyuge. Puede hacerse con o sin hipoteca, pero es más sencillo si se realiza cuando esta ya no existe o la deuda es muy baja, porque facilita las negociaciones con la entidad financiera. De existir aún la hipoteca, es necesario suscribir una nueva a nombre de quien quedará como único propietario.

¿Qué te ha parecido esta nota? ¿Te ha ayudado a tomar una decisión? Comparte tu opinión en los comentarios. Y no olvides que si quieres conocer más opciones para vivir en España, tienes mucha información a disposición en el sitio de Oi Real Estate y un gran equipo de especialistas esperando para acompañarte en la importante decisión de mudarte de casa.

Lee más sobre la actualidad inmobiliaria en la siguiente nota:

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El esfuerzo y la inversión que implica comprar una vivienda es muy elevado y demanda una serie de conocimientos previos. Entendemos a la perfección el procedimiento y cada uno de los documentos que serán necesarios para lograr una operación exitosa. Asismismo, existen diversas razones por las cuales es posible renunciar como propietario al 50% de una vivienda.

En el siguiente artículo analizamos caso por caso y cada una de las explicaciones necesarias para comprender cómo es cada parte del proceso. Sigue leyendo.

Renunciar al 50% de una vivienda: principales maneras de llevarlo adelante

Muchas personas comparten una propiedad y algunas desean renunciar a su parte. Por lo tanto, es de suma importancia conocer cuales con las maneras de hacerlo de manera legal sin tantas complicaciones.

A continuación, te presentamos las diferentes maneras que es posible considerar si se busca renunciar al 50% de una vivienda.

Realizar una donación

En este caso estamos hablando de un regalo. Es la entrega en vida de un bien a otra persona, por ejemplo, comprar un piso a medias con un hijo. Esta opción para renunciar al 50% de una vivienda propia es bastante costosa, pues se enfrentan los siguientes gastos:

  • los notariales
  • trámites de cambio de escritura en el Registro de la Propiedad
  • el pago del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
  • también se debe pagar la ganancia patrimonial en el IRPF

Vender la mitad de la propiedad al otro titular

Quizá una de las opciones más fáciles es venderle la otra mitad al otro copropietario. Sin embargo, también aquí se debe saber que incurrimos ante los mismos gastos enunciados anteriormente para las donaciones. No sólo eso: se debe sumar el Impuesto sobre las Transmisiones Patrimoniales que representa un 7% del monto de la compraventa.

Además de los gastos anteriores, también se le suma el impuesto de plusvalía municipal, que depende de cada municipio y del valor catastral de la propiedad. En el caso de que el otro titular no quiera comprar el 50% de la propiedad, existen empresas que se dedican a comprar proindivisos, pero debes saber que perderás dinero pues los precios que se manejan son más bajos que los del mercado.

Proceder a una extinción de un condominio

La opción de extinción de condominio con el fin de renunciar al 50% de una vivienda es más económica que las anteriores. En este caso, se cede la parte de la propiedad al otro titular a cambio de una contraprestación económica.

Los titulares pueden elegir realizar este trámite ante un notario o a través del Convenio Regulador de mutuo acuerdo, acompañado de la demanda de divorcio. Esta posibilidad ha sido agregada en la ley 42/2015 en donde se lee:

“En los procedimientos de separación, divorcio o nulidad y en los que tengan por objeto obtener la eficacia civil de las resoluciones o decisiones eclesiásticas, cualquiera de los cónyuges podrá ejercer simultáneamente la acción de división de la cosa común respecto de los bienes que tengan en comunidad ordinaria indivisa. Si hubiere diversos bienes en régimen de comunidad ordinaria indivisa y uno de los cónyuges lo solicitare el tribunal puede considerarlos en conjunto a los efectos de formar lotes o adjudicarlos“.

Esta operación suele utilizarse bastante para las herencias, cuando un inmueble debe compartirse entre varios descendientes.

Ventaja de la extinción para renunciar al 50% de una vivienda

La principal ventaja en este tipo de operaciones es que se paga entre un 0,5% y un 1% sobre el valor real del bien ya que no tributa como un traspaso.

Desventaja de la extinción de condominio

La principal desventaja de la extinción es que si la entidad bancaria no acepta el cambio de titularidad, ambos siguen vinculados al contrato de la hipoteca. Si la hipoteca llega a sufrir de alguna mora en el pago, el banco puede reclamar a ambos titulares el cobro de las cuotas pendientes.

Novación de la hipoteca para renunciar al 50% de una vivienda

En el caso de que el inmueble se encuentre hipotecado, lo que se deberá realizar para poder renunciar al 50 de la vivienda es una novación de hipoteca. A través de este trámite, el banco podrá modificar cualquier cláusula del contrato, como por ejemplo eliminar a uno de los titulares del crédito.

Vale aclarar que este trámite no es gratuito y que el banco puede tanto aceptar realizarlo como no. Perjudica a la entidad bancaria en el sentido de que se queda sin un garante de la hipoteca y quizá necesite exigir más garantías para realizar la novación.

El Banco de España define a esta operación como “cambiar algunas condiciones del préstamo hipotecario en un momento posterior a su contratación”. Finalmente, al cliente se le hace entrega de la Ficha Europea de Información Normalizada, la Ficha de Advertencias Estandarizadas y todo el resto de la documentación 10 días antes de que la novación sea firmada por los empleados de la entidad.

Dividir la superficie de la propiedad

Otra opción, si es que no llegas a un acuerdo dentro de las opciones anteriormente enumeradas, es la de dividir físicamente al inmueble. De esta forma, si bien no es un modo de renunciar al 50% de la vivienda, estás delimitando dos viviendas por separado y ya dejas de ser copropietario.

Por supuesto que dependerá de si las condiciones de la vivienda permiten llevarlo a cabo, incluso es necesario muchas veces la ejecución de obras y habrá que revisar los estatutos de la comunidad de vecinos para ver si se permite.

Por último, se le pedirá la aprobación al Municipio, previo paso por el Registro de la Propiedad, para certificar el cumplimiento de los requerimientos de habitabilidad mínimos.

¿Qué pasa si se desea añadir a un propietario?

Existen casos en los que sucede justamente lo opuesto: en lugar de ceder el 50% de una vivienda, se quiere sumar a otro propietario a la titularidad de la vivienda. Este trámite se realiza muy pocas veces en comparación con los anteriores pero es una opción más.

Si el inmueble está hipotecado, se deberá acudir a la entidad bancaria que lo ha otorgado para pedir una modificación de la hipoteca. Recordemos que la escritura de la propiedad es la que indica quiénes son los propietarios de una vivienda.

Este documento tiene un carácter oficial y se ratifica ante notario para presentarse posteriormente en el Registro de la Propiedad. Modificar la escritura en el banco ante cualquier eventualidad nos brinda un seguridad jurídica para el futuro:

  • nos protege frente a futuras estafas
  • proteges la vivienda frente a futuros acreedores
  • agiliza el proceso de transmisión de un inmueble

Hasta aquí te hemos contado las diversas razones por las cuales es posible renunciar como propietario al 50% de una vivienda.

Si te has quedado con alguna duda, te invitamos a que nos dejes tu comentario al finalizar el artículo. Desde Oi Real Estate te responderemos a la brevedad.

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Si estás en una relación y te interesa comprar una vivienda, probablemente te has preguntado si es conveniente pedir la hipoteca compartida o por tu cuenta. Aquí te contaremos cuáles son las ventajas e inconvenientes de pedir una hipoteca en pareja.

En estos casos, es normar que aparezcan ciertas dudas. ¿Es conveniente contratar una hipoteca en pareja? ¿Tiene más ventajas que sea una hipoteca de un sólo titular? Si te interesa saber más sobre contratar una hipoteca en pareja, ¡Continúa leyendo el artículo!

Contratar una hipoteca en pareja: ¿Tiene ventajas?

Contratar una hipoteca es un compromiso que nos unirá con el banco por un plazo largo, por lo menos entre 15 y 40 años. Muchas veces es un acuerdo que se puede lograr individualmente pero si estamos en pareja, es bueno evaluar las posibilidades. Conseguir el préstamo hipotecario en solitario o hacerlo con nuestra pareja puede tener diferencias.

¿Qué analizar antes de pedir una hipoteca en pareja?

Al tratarse de una decisión importante, debes tener en cuenta que, si la pides con tu pareja, la cosa se complica porque ambos serán responsables el préstamo y de las consecuencias que acarrea no saldarlo.

Si tienes pensado solicitar una hipoteca compartida, es necesario analizar estos puntos antes de tomar una decisión. Algunas pueden ser duras, pero es importante valorarlas:

¿Es una relación es lo suficientemente estable?

Si bien parece una obviedad, no tiene sentido compartir una hipoteca en pareja si crees que la relación no tiene mucho futuro. Se trata de la formalización de un contrato, con sus correspondientes cláusulas y responsabilidades, vigentes durante los años que dure el plazo de devolución de la deuda. Si la relación termina y uno de los dos decide no abonar su parte, las consecuencias afectarán a ambos por igual.

¿Somos capaces de afrontar una hipoteca?

La entidad bancaria se encargará de valorar si cuentan con un trabajo estable, con una antigüedad de al menos unos dos años y un sueldo suficiente para pagar las cuotas mensuales. Por lo general, se pide que la suma de los ingresos de ambos titulares triplique el importe de las cuotas. Por ejemplo, si las cuotas hipotecarias son de 700 euros mensuales, deberán cobrar un mínimo de 2100 euros netos entre los dos.

¿Qué familia te interesa formar?

Lo ideal es sentarse a hablar sobre su visión de futuro como pareja, si les interesa o no tener hijos. Estas cuestiones son muy importantes para elegir el tipo de vivienda, el lugar, el precio, la cantidad de financiación requerida. Todo esto, impactará en los términos de la hipoteca que vayas a contratar.

¿Qué cantidad de dinero aportará cada uno para la entrada y las cuotas?

Lo más aconsejable es repartir el pago de la hipoteca al 50% y aportar los mismos ahorros para la parte que no financia el banco (entrada y gastos vinculados, como impuestos y notaría, entre otros). No obstante, es probable que tu capacidad económica no coincida con la de tu pareja. En caso de que alguno vaya a pagar un mayor porcentaje de las cuotas o aporte más ahorros para la entrada, eso debería quedar reflejado en el porcentaje de propiedad sobre la vivienda.

¿Puedes afrontar la compra de la vivienda tú solo?

Es posible que uno de los dos prefiera tener una vivienda a su nombre en vez de compartirla. O bien, que uno de los dos tenga una situación económica muy buena, tanto para permitirse pedir la hipoteca por su cuenta. En ese caso, es necesario valorar este escenario y hablarlo con la pareja. 

¿Analizar los escenarios posibles si la relación termina?

En este caso, los cónyuges tienen diferentes opciones, más abajo te lo explicaremos en profundidad. Sin embargo, en resumen las opciones son: vender la casa a un tercero, venderle la propiedad y la hipoteca al cónyuge o bien, una extinción de condominio.

Firma un contrato

Una opción a tener en cuenta es firmar un contrato privado donde queden reflejados los términos que habéis acordado en torno al pago de la hipoteca: cómo será el reparto de las cuotas, cuántos ahorros deberá aportar cada uno o quién se quedará con la vivienda en caso de ruptura. No se trata de lo más habitual, sin embargo, es una manera de evitar problemas a futuro.

El banco prefiere a las parejas para brindar hipotecas

Las entidades financieras suelen ver cómo una ventaja a los postulantes que solicitan un préstamo en pareja. Esto se debe a que, consideran que es más seguro otorgar una hipoteca a dos titulares, lo cual hace menos riesgosa la entrega del capital. El principal motivo que sustenta esta postura es el siguiente:

Los ingresos de dos personas permitirán cancelar la deuda

Cuando son dos los titulares de una hipoteca, la cuota representará una menor carga financiera para los hipotecados. Por otro lado, si uno de los titulares llegara a fallar, el otro puede cubrir su parte. Por ejemplo, puede suceder el imprevisto de que uno de los integrantes de la pareja perdiera su trabajo. En esta difícil situación y hasta que consiga un nuevo empleo, el préstamo se podrá abonar con los ingresos del otro titular. Esto es considerado como un menor riesgo de impago por los analistas bancarios, que verán con mejores ojos otorgar el préstamo a una pareja que a una persona sola.

Por supuesto que esta consideración vale siempre y cuando los dos integrantes de la pareja cuenten con un trabajo estable y buenos ingresos. De esta forma la entidad financiera se asegura de que ambos cuentan con una base sólida para pagar las cuotas mensuales y evitar impagos.

¿Qué ocurre con la hipoteca en pareja en caso de divorcio?

Si bien la hipoteca es un contrato que se firma por un período de tiempo, puede que el amor entre la pareja no acompañe todo el proceso y los titulares opten por separarse. En estos casos, los ex cónyuges tienen la posibilidad de:

Vender la casa a un tercero

De esta forma, tendrán la posibilidad de cancelar la hipoteca y ninguno deberá hacer frente a la deuda.

Vender la propiedad y la hipoteca al cónyuge

Otra opción es que uno de los cónyuges se quede con toda la propiedad y la hipoteca a cambio de pagarle su parte al otro. Esta operación implicará los siguientes gastos:

  • Gastos notariales y registrales.
  • Impuesto a Transmisiones Patrimoniales de la vivienda.

Extinción de condominio

Se trata de la opción más recomendable, ya que lleva una carga fiscal menor que la venta. Cuando se usa esta opción, uno de los cónyuges le cede su propiedad a la otra, a cambio de dinero o del pago de la hipoteca. Aquí únicamente deberán pagar el impuesto de Actos Jurídicos Documentados. 

¿Qué ocurre si uno de los integrantes de la pareja no tiene un buen pasar económico?

Siempre que una pareja se presente como candidata a pedir una hipoteca, el banco pasará sus datos al departamento de análisis de riesgos. Si uno de los dos no se encuentra una buena situación económica, es probable que la entidad financiera prefiera aceptar como cliente de su hipoteca, únicamente al integrante de la pareja que tenga un buen trabajo. Esto se debe a que le dará más garantías de que podrá pagar la hipoteca durante el tiempo que dure la hipoteca.

¿Qué posibilidades tengo de acceder a una hipoteca estando soltero?

Es cierto que los bancos pueden preferir conceder hipotecas a dos titulares, sin embargo, esto no se contrapone con que también otorguen préstamos a personas solteras. Si el candidato cuenta con los requisitos necesarios para acceder a una hipoteca, no tendrá problemas para conseguir la financiación para la compra de una vivienda.

Las exigencias de los bancos tienen que ver con el perfil crediticio del solicitante. Los ingresos deberán ser altos, sus ahorros cubrir el 30% del importe de la compraventa, deben contar con la estabilidad laboral que brinda un contrato indefinido de trabajo y la cuota hipotecaria no debe superar el 35% de sus ingresos mensuales.

Mientras más condiciones favorables presente el cliente, más posibilidades de que aprueben la solicitud y conseguir una hipoteca tendrá.

Cómo acceder a los mejores préstamos hipotecarios

Siempre que se presenten postulantes para una hipoteca, tanto una pareja como un individuo, lo ideal será llegar a un buen acuerdo con el banco que asegure las mejores condiciones para el préstamo. Para lograrlo, puede ser de ayuda seguir los siguientes consejos:

  • Analizar diferentes opciones de hipotecas 

De esta forma, tendrás la posibilidad de comparar diferentes ofertas y elegir la que salga más a cuenta.

Por otro lado, hacer este trabajo te permitirá negociar con cada uno de los bancos, mostrándole las propuestas que nos brindan las otras entidades financieras.

  • Leer todas las condiciones de los préstamos

Todos hemos escuchado hablar de la “letra chica” de los acuerdos, es por esto que debemos leer y analizar detenidamente las condiciones de las hipotecas. Una comisión por amortización, por apertura de cuenta o la vinculación con productos asociados puede aumentar significativamente el valor de una hipoteca. Es fundamental tener conocimiento de cada ítem del contrato para poder verificar que lo que se está firmando será conveniente para toda la vida útil del préstamo.

¿Te fue útil esta información? ¡Esperamos que sí! Nos interesa mucho conocer tu opinión, puedes escribirnos en la casilla, debajo del post.

Si necesitas comprar o vender una vivienda, no dudes en contactarnos. Oi Real Estate cuenta con los mejores asesores, a tu disposición.

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Cuando el amor llega a su fin y hay uno o más bienes inmuebles en común es probable que surjan varios conflictos y dudas al respecto. Vender un piso tras un divorcio será más o menos difícil según el grado de acuerdo que haya entre ambas partes. También dependerá del régimen dentro del cual se enmarca el matrimonio en cuestión. En este artículo te ofrecemos una guía completa para que cuentes con toda la información necesaria a la hora de vender una propiedad en ocasión de divorcio.

Vender uno o más bienes inmuebles en común cuando se produce un divorcio o una separación de hecho puede traer varios dolores de cabeza. Hay dos ejes que debemos tener en cuenta para saber cómo proceder ante esta situación. Por un lado, es necesario pensar en cómo está regulada la unión: si la pareja está casada puede tratarse de un matrimonio con separación de bienes o de un matrimonio enmarcado en el régimen de gananciales. Si se trata de dos personas que nunca se casaron, se tratará simplemente de una unión de hecho. Otro factor muy importante es el grado de acuerdo que existe entre ambos cónyuges. Si ambos desean vender la vivienda familiar luego del divorcio o la separación, no habrá mayores problemas. Los conflictos surgen cuando uno de ellos quiere vender y el otro no.

A continuación te contamos cómo proceder en todos estos casos. Es decir, cuando hay acuerdo entre ambas partes y cuando esto no ocurre. Siempre teniendo en cuenta si se trata de un matrimonio con separación de bienes, de un matrimonio de gananciales o de una unión de hecho. También te mostramos qué tributos corresponden a este tipo de operaciones y cuánto le corresponde pagar a cada parte. ¡Sigue leyendo para enterarte de todo lo que necesitas saber para vender un piso en común tras un divorcio o separación!

¿Qué opciones existen a la hora de pensar en qué hacer con un piso en común tras un divorcio?

En primer lugar, es importante mencionar que existen dos posibilidades a la hora de pensar en qué hacer con un bien inmueble en común al producirse un divorcio:

  • Que uno de los cónyuges se quede con la vivienda.
  • Que ambos vendan la vivienda a un tercero o a una empresa de iBuyers.

El procedimiento será diferente dependiendo del régimen en el cual se enmarca el matrimonio y del grado de acuerdo que exista entre ambas partes. En esta ocasión nos centraremos en la segunda opción: la de vender el piso en común tras un divorcio.

¿Cómo vender un piso en común tras un divorcio?

Como mencionamos, vender el bien inmueble en común dependerá del régimen matrimonial y del grado de acuerdo que haya entre los cónyuges. Veamos qué ocurre cuando se trata de un matrimonio con separación de bienes y lo que pasa en un matrimonio de gananciales:

¿Qué ocurre cuando se trata de un matrimonio con separación de bienes?

Si hay acuerdo entre las partes

  • En estos casos es posible vender la vivienda sin realizar ningún tipo de procedimiento legal más que la demanda de divorcio. Esto se debe a que, al inicio de este tipo de matrimonios, ya queda especificado en un contrato cómo se dividirán los bienes en caso de producirse un divorcio.

  • En cambio, si uno de los cónyuges decide quedarse con la vivienda y el otro está de acuerdo, será necesario realizar una extinción de condominio ante un notario para dar por finalizada la copropiedad. Esto implica que aquella parte que se queda con el piso debe compensar económicamente a la otra.

Si no hay acuerdo

  • En estos casos es posible iniciar acciones legales para solicitar la división de la cosa común. El procedimiento debe ser realizado ante un juez y es muy probable que termine con la ejecución de la vivienda en una subasta pública.

  • También existe la posibilidad de que aquel cónyuge interesado venda su parte de la vivienda a una empresa que se dedique a comprar proindivisos. Es importante mencionar que, para realizar esta operación, el inmueble no debe estar sujeto a ninguna hipoteca.

¿Qué ocurre cuando se trata de un matrimonio enmarcado en el régimen de gananciales?

Si hay acuerdo

  • En este caso, al tratarse de un tipo de matrimonio en el cual los bienes se reparten en partes iguales, será necesario realizar un documento ante un notario para disolver el régimen económico y proceder a la repartición. Recién a partir de ese momento será posible para ambas partes vender la vivienda a un tercero. También existe la posibilidad previamente mencionada de que uno de los cónyuges se quede con el inmueble, siempre y cuando compense económicamente al otro.

Si no hay acuerdo

  • Cuando esto ocurre, también deberá recurrirse a la vía judicial. Será un juez quien deberá designar a un perito para que realice la correspondiente disolución del régimen económico y la repartición de bienes. Una vez hecho esto, cualquiera de los cónyuges puede solicitar que la venta se realice a través de una subasta pública.

A continuación veremos en detalle cómo vender un piso en común tras un divorcio cuando existe acuerdo entre los cónyuges, tanto en un matrimonio con separación de bienes como en uno de gananciales. También, qué ocurre cuando la pareja nunca se casó, sino que se trata de una unión de hecho.

El paso a paso para vender un piso en común cuando hay acuerdo entre las partes

Cómo vender cuando se trata de un matrimonio con separación de bienes

En estos casos el procedimiento es bastante sencillo. Los pasos a seguir son los siguientes:

  1. Realizar la demanda de divorcio.
  2. Vender la vivienda de manera convencional.

Como señalamos antes, los acuerdos de separación de bienes implican que, al producirse un divorcio, las partes puedan vender el inmueble sin tener que realizar ningún otro trámite además de presentar la demanda de divorcio. Es decir, a diferencia del régimen de gananciales, que veremos luego, no se requiere realizar ningún tipo de escritura ante un notario. Tampoco es necesario que se le asigne un porcentaje a cada uno porque esto ya fue especificado en el acuerdo prenupcial.

Cómo vender cuando se trata de un matrimonio de gananciales

Los pasos a seguir son estos:

  1. Disolver el régimen económico matrimonial ante un notario.
  2. Repartir los bienes en partes iguales entre ambos cónyuges.
  3. Vender la vivienda a un tercero.

La disolución del régimen es imprescindible para que pueda concretarse el divorcio. Es posible realizar una petición a las partes antes de iniciar el proceso, pero también se puede incluir en el documento de divorcio para formalizar legalmente la separación.

En el acto de liquidación del régimen matrimonial es donde las propiedades se reparten en partes iguales. Es decir que, si existe más de un inmueble en común, una de las partes puede quedarse con la titularidad de la segunda residencia y la otra, con la de la vivienda habitual. En cambio, si los cónyuges sólo poseen una propiedad en común, a cada uno le corresponderá una mitad. 

Una vez finalizado este procedimiento, hay dos opciones posibles: por un lado, que uno de los cónyuges se quede con el 100% de la titularidad de mutuo acuerdo, compensando económicamente al otro respecto al 50% que le corresponde. Por el otro, que ambos vendan la vivienda a un tercero en lo que se conoce como extinción de condominio. En este último caso, puede realizarse un proceso de venta de tipo convencional.

¿Qué ocurre cuando se trata de una unión de hecho?

Cuando la pareja nunca se casó y, por lo tanto, no hay matrimonio de gananciales ni con separación de bienes, el procedimiento es bastante similar. Si ambos adquirieron la vivienda en conjunto, existe una situación de copropiedad en los términos que se establecieron en la escritura de compraventa. Al producirse una separación, las partes cuentan con dos opciones posibles:

  • Vender la vivienda a un tercero de mutuo acuerdo y repartir el dinero obtenido por la venta.
  • Realizar una extinción de condominio y que una de las partes se quede con la vivienda.

A continuación veremos qué pasos se deben seguir cuando no existe un acuerdo entre los cónyuges para vender el piso en común tras un divorcio.

El paso a paso para vender un piso en común cuando NO hay acuerdo entre las partes

En estos casos, cuando uno de los cónyuges desea vender el inmueble en común pero el otro no, también se debe proceder de manera diferente de acuerdo a si se trata de un matrimonio de gananciales, con separación de bienes o de una unión de hecho. Veamos qué hacer en cada ocasión:

Cómo vender cuando se trata de un matrimonio con separación de bienes

Hay dos opciones posibles en estos casos, cuando no existe acuerdo entre los cónyuges para vender la vivienda en común:

  • Que la parte interesada venda su parte a una empresa que se dedique a comprar proindivisos: no es necesario para ello contar con la autorización del otro cónyuge. Sin embargo, hay que tener en cuenta que: la otra parte puede igualar la oferta de la empresa, mediante lo que se conoce como tanteo, o puede anular la operación, a lo cual se lo denomina como retracto, en caso de que la venta se produzca sin su conocimiento. Por otro lado, también hay que mencionar que esta opción implica vender la parte de la vivienda por un monto mucho menor al de su valor de mercado.

  • Que sea necesario iniciar acciones legales: si la opción anterior no parece ser la más conveniente, existe la posibilidad de solicitar la división de la cosa común ante un juez. Será él quien dictaminará la ejecución del inmueble en una subasta pública. Esto también significa vender la vivienda a un precio inferior al de mercado.

Cómo vender cuando se trata de un matrimonio de gananciales

Cuando se trata de este tipo de matrimonio, en donde a ambos cónyuges les corresponde el mismo porcentaje de los bienes en común, los pasos para vender un inmueble cuando no hay acuerdo son los siguientes:

  1. Iniciar un proceso judicial de disolución del régimen económico matrimonial.
  2. Esperar que un juez designe a un perito que se encargue de llevar a cabo este procedimiento. Para ello, deberá elaborar un inventario de bienes y deudas que ambas partes tengan en común y luego adjudicará cada mitad a cada cónyuge.
  3. Solicitar al juez la división de la cosa común, lo que también derivará en la ejecución de la vivienda en una subasta pública. Esto implica, reiteramos, vender el bien a un precio inferior al de su valor de mercado. 

¿Es necesario realizar la liquidación del régimen matrimonial y luego solicitar la acción de división? No siempre. Cuando existe una única vivienda en común, la justicia admite la posibilidad de saltearse los dos primeros pasos para concretar la venta.

¿Qué ocurre cuando se trata de una pareja de hecho?

En estos casos, cuando lo que se produce es una separación y no un divorcio, ya que la pareja nunca se casó, es posible para la parte interesada en vender acudir a una empresa que compre proindivisos. También puede iniciar acciones legales para que un juez realice la división de la cosa común y dictamine la ejecución del bien en una subasta pública. Ambas opciones, como mencionamos previamente, implican vender el inmueble por un precio muy inferior al de su valor de mercado.

Si el matrimonio tiene hijos

Existe una situación más que puede generar dudas. Que sucede si el matrimonio tiene hijos y necesita realizar la venta de la propiedad. Primero que nada, debes saber que esto es posible, pero será necesaria la intervención de un juez. Él será el encargado de indicar de qué manera deberá procederse, si el tutor debe quedarse con la propiedad o será mejor realizar la venta.

Recuerda, que será el juez el encargado de establecer y verificar cual será el mejor destino para los niños. Por otra parte, la contraparte podrá solicitar la venta de la propiedad con el fin de poder solventar la situación económica y también en este caso, el juez evaluará el pedido, aceptando o no dicha solicitud.

Muchas veces, la venta de la vivienda es la mejor opción, ya que de esta manera podrían existir ciertos inconvenientes para quien debe dejar el inmueble. Si existiera una hipoteca sobre la casa, ambas partes deberán continuar afrontándola.

Como vender tú piso rápidamente

Puedes recurrir a un iBuyer

Si lo más importante para ti, en este momento que estás pasando, es el de vender tu casa rápidamente, esta podría ser una solución. Debes saber que las ganancias no serán las mejores, ya que el precio de venta será más bajo que recurriendo a una inmobiliaria. Pero por otro lado, podrás efectuar la venta en un plazo menor a una semana.

Como aclaramos anteriormente, esta opción no es la ideal en caso de que desees tener los mejores beneficios al realizar esta transacción. El precio de la venta, suele ser muy por debajo del habitual y por ello su rápida acción. Como para que puedas hacerte una idea, en una venta tradicional se tarda en promedio un plazo de seis meses.

Este tipo de empresas se dedican a adquirir viviendas a precios más bajos que los habituales del mercado. Luego se encargan de reformarlas y volver a venderlas por un precio más alto, obteniendo así sus ganancias.

Recurre a una inmobiliaria

Las inmobiliarias cuentan con personal capacitado que podrá asesorarte de la mejor manera a la hora de vender tu propiedad. Por este motivo, te recomendamos que puedas acudir a ellos. Los agentes inmobiliarios sabrán realizar el proceso de manera rápida y ayudándote a resolver los inconvenientes que puedan presentarse.

Además, se ocuparán de la parte más importante, gestionar toda la documentación necesaria y obligatoria. También realizarán todos los pasos referidos a la venta de tu propiedad, por ejemplo el de conseguir interesados en comprarla, gestionando visitas, y promocionándola en portales inmobiliarios.

¿Qué impuestos se deben abonar por vender un piso en común tras un divorcio?

En ambas ocasiones, tanto cuando hay acuerdo entre los cónyuges como cuando no lo hay, la venta de una vivienda en común implica el pago de ciertos impuestos. Ellos son:

Para ambos tributos los cónyuges deberán abonar lo que corresponde en proporción al porcentaje de la propiedad que poseen. Es decir, en un matrimonio enmarcado en el régimen de gananciales, el monto a pagar se dividirá en dos partes iguales. En el caso de un matrimonio con separación de bienes los porcentajes a tributar pueden ser desiguales.

¿Estás pensando en vender tu propiedad? En Oi Real Estate podemos brindarte la ayuda y el asesoramiento que necesitas. ¡No dudes en contactarte con nosotros! Somos una inmobiliaria de lujo, que cuenta con profesionales idóneos y capacitados para llevar este proceso de forma fácil y brindándote la tranquilidad que mereces.

Esperamos que este post haya sido de tu interés y te haya resultado útil. No olvides dejarnos tus comentarios e inquietudes, y de seguirnos en las redes sociales, para mantenerte siempre informado. Te dejamos a continuación otro link que puede resultar de tu interés.

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Hasta ahora, los contribuyentes tributaban la adjudicación de la vivienda habitual en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISyD), incluso en caso de divorcio. Ahora, para esas situaciones específicas, el Tribunal Supremo ha introducido una modificación crucial. En contra del criterio de las haciendas autonómicas, el organismo judicial permitirá no tributar en esos casos. Allí, se entenderá que no hay una donación cuando uno de los excónyuges se queda con la vivienda habitual y asume el 100% de la hipoteca. En ese sentido, el alto tribunal abrió la puerta para las solicitudes de devoluciones tributarias en una sentencia del pasado 12 de julio. Fue mediante el recurso 6557/2020.

El germen de la modificación de Sucesiones y Donaciones

El caso que fue resuelto por el Supremo en aquel entonces, ambos divorciados acordaron disolver su régimen de separación de bienes. En tanto, dividieron el patrimonio inmobiliario que tenían en común. Esto fue: la vivienda habitual, dos plazas de garaje y una segunda vivienda en el pirineo catalán. Las plazas de garaje fueron una para cada uno, mientras que la vivienda habitual quedó para ella y la segunda residencia, para él. En el balance, el patrimonio del exmarido quedó 40.000 euros por debajo del de su exesposa. Y, sin embargo, no existió ninguna compensación económica en metálico.

Acto seguido, la Agencia Tributaria de Cataluña consideró esa diferencia como una donación a la mujer. Dicha donación, la notificó con una liquidación en concepto de impuesto de donaciones. En efecto, fue el Supremo quien dejó en claro que no existió donación. En esta situación, como en tantas otras, no hubo manera de verificar si hubo un ánimo de donar o no. Y para ello alega tres motivos, y en Oi Realtor te contamos cuáles son.

Los tres motivos que alegó el Supremo

El primero está vinculado a que los excesos de adjudicación se regulan en el ITP y deben tributar por este impuesto y no como una donación. En otras palabras, la exesposa debería tributar en el ITP, y no en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

El segundo tiene que ver con que no existió un ánimo expreso de efectuar la donación por parte del hombre. En cambio, el reparto desigual fue producto del acuerdo de voluntades entre los excónyuges. Allí no se manifestó la intención de hacer una donación. Mucho menos la aceptación por parte del otro.

Por último, la operación se documentó en un convenio regulador, y no en escritura pública. Estas últimas son los documentos legales adecuados para formalizar las donaciones sobre inmuebles.

Excesos de adjudicación

En muchos casos no se ha podido realizar una división de bienes equitativa dado que hay excesos de adjudicación inevitables. Así lo expresa José María Salcedo, socio del despacho Ático Jurídico. No obstante, el caso en el que intervino el alto tribunal es distinto. Allí la clave fue que el exceso de adjudicación se produjo cuando uno de los cónyuges se quedó con la vivienda habitual, sin compensar al otro. “En estos casos hay que acudir a la regla especial de no sujeción al ITP, prevista en el artículo 32.3 del Reglamento del impuesto (Real Decreto 828/1995)”, detalla Salcedo.

sucesiones y donaciones divorcio

A su vez, el precepto establece: “Tampoco motivarán liquidación por la modalidad de «transmisiones patrimoniales onerosas» los excesos de adjudicación declarados que resulten de las adjudicaciones de bienes que sean efecto patrimonial de la disolución del matrimonio o del cambio de su régimen económico, cuando sean consecuencia necesaria de la adjudicación a uno de los cónyuges de la vivienda habitual del matrimonio”.

Un punto importante de dicho precepto es que exime de pagar impuestos en el ITP a causa de los excesos de adjudicación generados con motivo de un divorcio cuando entra en juego la vivienda habitual. Eso sí, siempre que se den algunos supuestos establecidos por el propio Supremo.

Condiciones clave para quedar eximido en el ITP

En primer lugar, debe existir un verdadero exceso de adjudicación. En otras palabras, debe haber una real diferencia de valor que no haya sido compensada en metálico. Por otra parte, dado que esta modificación rige para cualquier régimen matrimonial en el cual haya inmuebles en común, es posible aplicar este artículo a la separación de bienes entre dos cónyuges, siempre y cuando existan inmuebles en común entre ellos.  Además, el exceso mencionado debe darse producto de que una de las dos partes implicadas se haya adjudicado la vivienda habitual. En tanto, si se cumplen estos factores, el “premiado” no tendrá que tributar tampoco en el ITP. Así como en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Para Salcedo, “todo esto debe servir para que los cónyuges que se plantean adjudicar la vivienda al otro, con motivo de un divorcio o para modificar el régimen matrimonial, tengan la seguridad de que no deberán tributar por la “transmisión” realizada”. En ese sentido, el socio de Ático Jurídico cree que “estamos ante una sentencia que permite solicitar una devolución tributaria, a aquellos que en los últimos ejercicios hayan tributado como donación, o como Transmisión Patrimonial, por adjudicarse la vivienda habitual al disolver su matrimonio, o al modificar el régimen económico matrimonial”.

¿Tuviste problemas con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en el pasado? ¡Déjanos tu comentario! Si te preguntas cómo tener un balance fiscal adecuado con los nuevos impuestos, esta es la nota indicada para ti:

https://www.oirealtor.com/noticias-inmobiliarias/como-tener-un-balance-fiscal-con-los-nuevos-impuestos/

Desde Oi Real Estate queremos contarte qué ocurre con la hipoteca si se da un caso de divorcio o fallecimiento del titular. Continúa leyendo el artículo para enterarte.

Si estás atravesando el duro momento de un divorcio, es muy habitual que comencemos a preguntarnos que es lo que debemos hacer con la hipoteca.

Por otro lado, también sucede que nos surjan dudas respecto a qué sucedería si falleciera el titular de la hipoteca.

Es por este motivo que hemos decidido realizar este artículo. Aquí aclararemos estas dos cuestiones, te explicaremos paso a paso qué ocurre con la hipoteca en los casos de divorcio, y también, veremos lo que se debe hacer si fallece el titular de una hipoteca:

Hipoteca en caso de separación o divorcio

En primer lugar, por regla general, las cuotas de la hipoteca deberá abonarlas quien figure como deudor en el contrato de préstamo hipotecario firmado con el banco. De modo que, si el préstamo se concedió a uno solo de los cónyuges, el deudor será el cónyuge titular del préstamo y el único responsable del pago frente a la entidad bancaria. Por otro lado, si el préstamo se concedió a ambos, estando ya casados o solteros, ambos son deudores y el banco podrá reclamar las cuotas a cualquiera de los dos. Ante el banco la hipoteca sigue siendo responsabilidad de los dos.

Después del divorcio existen dos alternativas para el pago de la hipoteca

Si estás atravesando el difícil proceso de un divorcio, veamos que salidas tienes:

  • Continuar compartiendo la hipoteca hasta lograr una solución más satisfactoria, por ejemplo, la venta de la vivienda. 
  • Disolver el condominio y llevar a cabo una novación hipotecaria con la conformidad de la entidad bancaria. Aquel que asuma el pago de la hipoteca tendrá que negociar con el banco un cambio de titular de la hipoteca para que dejen de figurar ambos cónyuges como deudores y pase a ser titular único. Sin embargo, debemos resaltar que la entidad bancaria no está obligada a aceptar esta operación y no suelen hacerlo si no se acredita que quien quede como titular único cuenta con la solvencia económica necesaria.

Hipoteca en caso de vender la casa

Una de las preguntas más comunes sobre compraventa de inmuebles es si es posible vender una vivienda con hipoteca. La respuesta es que, sí es posible y además, hay varias maneras de hacerlo.

Si aún no hemos terminado de pagar nuestra hipoteca pero queremos vender nuestro piso, lo más habitual es que utilicemos el dinero de la venta para saldar la deuda que nos quede. Ante esta situación, tenemos dos escenarios, puede ser que el precio de venta sea superior o inferior a lo que nos resta pagar por la hipoteca.

precio de venta superior a lo que nos queda por pagar de la hipoteca

En este caso utilizaremos una parte del precio de compraventa para terminar de pagar la deuda y para abonar los costes de cancelación de la hipoteca.

Tendremos que solicitar a nuestro banco un certificado de deuda pendiente, y luego, debemos presentarlo ante el notario. El comprador, pedirá la emisión de, al menos, dos cheques: uno para nosotros y otro para la entidad bancaria con la cantidad que corresponda por la deuda pendiente y la comisión por cancelación anticipada. Este último cheque será recibido por un representante de nuestro banco. A partir del reembolso total de la hipoteca demostrado, será posible tramitar la compraventa y la cancelación de la hipoteca del vendedor.

El precio de venta es inferior a lo que nos queda pendiente de la hipoteca

En este caso, el banco debe darnos la autorización, ya que tiene nuestra vivienda como garantía del préstamo hipotecario hasta que lo paguemos totalmente.

En primer lugar, debemos hablar con nuestro banco antes de vender la vivienda para informarle de la situación y ver si está de acuerdo en cancelar la hipoteca gracias al pago del importe de la compraventa y de un préstamo personal que nos puede otorgar.

Cuando el importe que quede tras la venta sea suficientemente pequeño el banco estará de acuerdo. Por lo general, los préstamos personales no superan los 50 000 euros, sin embargo, el banco se encargará de analizar nuestra situación financiera actual para asegurarse de que podemos abonar sin problemas las cuotas resultantes.

Es necesario tener en cuenta que con el trámite del nuevo préstamo tendremos que abonar los gastos de cancelación de la hipoteca y también, los de la constitución del nuevo crédito, si los hay.

En Oi REALTOR te compramos tu casa:

  1. Ponte en contacto con nosotros por teléfono o a través del formulario y un agente te atenderá en menos de 24 horas.

2. Visitaremos tu piso, lo valoraremos y haremos la tasación.

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5. Recibirás el pago de tu vivienda en un máximo de 48 horas tras la firma del contrato.

¿Es posible transferir la hipoteca entre vendedor y comprador?

La respuesta , es decir, hay una solución entre el vendedor y el comprador que pasa por transferir el préstamo hipotecario del vendedor al comprador. El nombre de esta operación es subrogación al deudor.

Sin embargo, la realidad es que se trata de un proceso muy poco probable de conseguir, ya que los bancos prefieren cancelar una hipoteca y abrir otra. El motivo es que le sale más a cuenta abrir una nueva hipoteca al comprador con mejores condiciones.

Matrimonio y el régimen económico

En un régimen económico matrimonial, cada uno de los integrantes pone en común y divide por partes iguales los beneficios que hayan sido obtenidos por cualquiera de los dos durante la vida en común.

Sin embargo, como pasa en muchos casos, puede suceder que la relación no funcione y se decida poner fin al matrimonio. Es en estos casos cuando debemos realizar la disolución del régimen económico matrimonial ante notario.

De este modo, las propiedades serán repartidas en partes iguales. En otras palabras, si la pareja cuenta con varios inmuebles y bienes en su haber (coches, plazas de garaje, entre otros) por medio de este proceso cada uno obtendrá el 50% del total de los bienes.

Claves para disolver el régimen económico y lograr vender una vivienda después de un divorcio:

  • La disolución del régimen de gananciales se lleva a cabo ante notario si hay acuerdo

  •  Los bienes de la pareja son divididos en partes iguales

  • La vivienda se la puede quedar una de las partes, o bien, se puede vender a un tercero

  •  Si no se llega a un acuerdo se deberá iniciar un procedimiento judicial y se venderá el piso en subasta pública

¿Qué sucede si solo tienen una vivienda en común?

En este caso, pueden suceder dos cosas. Por un lado, que uno de los cónyuges se quede con la vivienda y compense al otro económicamente. La otra opción es que la vivienda se venda.

Hipoteca: ¿Qué sucede si una de las partes se queda con la casa?

A pesar de que una de las partes se quede con la vivienda, la obligación sobre la hipoteca continúa siendo responsabilidad de ambos.

En general, en estos casos lo que sucede es que la parte que continúa en la vivienda se quede con la hipoteca, ya que la otra parte buscará desvincularse.

Para hacer esto, es necesario que los dos cónyuges se dirijan al banco para plantear el cambio de la titularidad de la hipoteca. Lo que se produce en este caso es una novación de la hipoteca.

Lo primero que debemos considerar, es que la novación no se trata de un proceso automático. En el momento en que se realice el trámite, la entidad verificará si la renta de aquel que se queda con la vivienda es suficiente para hacer frente la hipoteca o si tiene que solicitar una aval o garantía de pago.

¿Qué ocurre si fallece el titular de una hipoteca?

Aquí te explicaremos paso a paso, qué pasos seguir en caso de que fallezca el titular de una hipoteca.

En primer lugar, tendrás que notificar al banco sobre la situación, ya que las cuotas de la hipoteca continuarán a cargo de la cuenta asociada del titular y no será posible cambiar mientras no se realice el cambio de nombre. 

Cuando alguien fallece, los herederos no solo reciben los bienes y derechos, sino también las obligaciones y cargos (hipoteca).

No obstante, según el Código Civil, la herencia es un derecho y no una obligación, de modo que los herederos pueden renunciar a ella. Si el fallecido tenía una hipoteca, los herederos cuentan con tres opciones: 

  • Aceptar la herencia, junto con la hipoteca y el resto de deudas pendientes. 
  • Rechazar la herencia por completo. 
  • Aceptar la herencia a beneficiario de inventario. Se trata de recibir la parte restante de la herencia tras haber pagado la hipoteca.

¿Qué ocurre si hay dos titulares o un aval?

Si son dos los titulares de la hipoteca y uno fallece, se supone que los herederos asumirán el 50 % de la deuda de la hipoteca. No obstante, cuando los herederos optan por rechazar toda la herencia, es el cotitular de la hipoteca el que tendrá que asumir toda la responsabilidad del préstamo. 

Además, lo primero que debemos saber es que la figura del avalista no desaparece si fallece el titular.

En este sentido, si los herederos han aceptado la hipoteca, continuará siendo el avalista de la hipoteca. Y para los casos en que los herederos no acepten la herencia variará dependiendo de cada contrato lo que suceda con el avalista.

Trámites y protocolo que debe realizar el banco

Si bien cada entidad bancaria tiene un protocolo de actuación distinto, los documentos que generalmente se deberán entregar son:

  • Certificado de defunción
  • Certificado de las últimas voluntades
  • Testamento o declaración de herederos
  • Escritura de adjudicación de la herencia
  • Certificado de pago del impuesto de sucesiones. 
  • Escritura pública de renuncia, en caso de que los herederos no acepten la herencia.

Recién cuando el banco cuente con toda la documentación, entregará la información sobre los productos que el fallecido tenía contratados con la entidad.

¿Qué es y para que sirve un seguro de vida?

En primer lugar, debes saber que un seguro de vida vinculado a una hipoteca protege al banco ante el impago de la deuda hipotecaria en caso de fallecimiento del titular.

En un principio puede parecer que el seguro de vida para hipoteca es una gran ventaja para el banco, sin embargo, debemos recordar que en caso de fallecimiento y careciendo de un seguro de vida para hipoteca, los herederos deben hacer frente a la deuda.

Es importante resaltar que una gran cantidad de bancos exigen contratar un seguro de vida al momento de brindar la hipoteca.

Otro punto fundamental es revisar las condiciones de cobertura del seguro. De este modo, sabrás si este se hará cargo de una parte de la hipoteca o de su totalidad. Para eso, cuando fallece el titular de la hipoteca, se debe entregar la documentación relativa tanto a la aseguradora como al banco. 

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho saber qué opinas sobre qué sucede con la hipoteca en caso de fallecimiento del titular o divorcio. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

Si te encuentras en una situación que no puedes resolver por tu cuenta, no dudes en acudir a Oi Real Estate. Un equipo de profesionales estará a tu disposición y te ayudará en todo el proceso ¡Te esperamos!

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Desde Oi Real Estate queremos contarte qué es lo que ocurre con una hipoteca si se da un caso de divorcio. Continúa leyendo el artículo para enterarte.

Sin lugar a dudas, se trata de una pregunta muy frecuente. Cuando el amor se va, no solo queda algún corazón roto, también es hora de repartir todo lo que se tiene en común con la otra persona. Esto, por supuesto, incluye la vivienda y lo que quede pendiente del préstamo hipotecario. Es por este motivo que hemos decidido contarte cómo proceder y qué sucede en caso de divorcio si tienes una vivienda hipotecada en común. Pon atención y toma nota.

¿Qué sucede con el préstamo hipotecario en caso de divorcio?

Está claro que un divorcio afecta prácticamente todo en tu vida personal, sin embargo, no afectará a tu préstamo hipotecario. Hipoteca y divorcio pueden vivir en armonía sin problemas. De hecho, en realidad se trata de algo que aplica a todos los préstamos contratados por ambas partes del matrimonio.

Tu hipoteca no se va modificará a pesar de que te has divorciado. Continuará estando ahí y requiriendo de tu atención. En otras palabras, las personas que figuren en el préstamo y sean dueñas de la vivienda en cuestión, continuarán manteniendo sus obligaciones sin importar que estén casados o divorciados. De modo que, si te interesa saber quién paga el préstamo hipotecario en caso de divorcio, la respuesta es simple, serán quienes figuren como deudores en el préstamo. Para ser más claros, los excónyuges, tú y tu ex.

Si el préstamo fue concedido solo a uno de los dos, será este quien continúe pagando. Si fue a nombre de los dos, entonces ambos tendrán que hacer frente a los pagos.

Se trata de la normativa general. Sin embargo, podemos encontrar algunas excepciones que te explicaremos aquí. Un divorcio es algo tan personal que siempre da lugar a casos particulares.

Vivienda únicamente a nombre de uno de los dos

Ante esta situación, lo que determina qué sucederá con la vivienda, es el uso que le des y el régimen matrimonial.

Si el matrimonio es con separación de bienes, la vivienda será de quien la compró y la ha ido pagando con su dinero. Si el régimen es el de gananciales y la vivienda es la habitual, la hipoteca la tendrá que abonar el propietario y quien figure en el préstamo, sin importar el uso que luego se haga del inmueble. Entonces, puede que tengas que pagar la hipoteca, a pesar de que no puedas usar la vivienda. Ahora te explicaremos por qué.

¿Un divorcio con hijos y vivienda hipotecada funciona del mismo modo?

Que el préstamo hipotecario necesite tu atención, no significa que sea exactamente del mismo modo que tus hijos. Los niños son fundamentales en cualquier proceso de separación tanto por la custodia como porque afectan a la vivienda y a su hipoteca.

Es muy común en estos casos que los hijos menores de edad se queden en la vivienda familiar con el progenitor que tenga su custodia. En este caso el pago del préstamo hipotecario corresponderá al propietario de la vivienda y quien figure en la hipoteca, viva o no en la casa, incluso si quien tiene la custodia de los niños no es el propietario del inmueble.

En definitiva, deberás abonar el préstamo hipotecario de la vivienda si en ella viven tus hijos, a pesar de que tú no lo hagas. El hecho de que la vivienda sea la habitual y que vivan los niños en ella es lo que modifica el precepto general. Eso sí, en caso de que tu excónyuge encuentre una nueva pareja y opte por vivir con ella en la casa familiar, la casa ya no tendrá la condición de familiar y tú ya no debería pagar la hipoteca.

¿Qué ocurre si uno de los dos desea quedarse con la vivienda?

Esta sería una de las opciones ideales junto con la venta de la vivienda y la cancelación del préstamo hipotecario, que en realidad es lo más simple.

¿Habría que hacer lo mismo en este caso? Venderle la parte de la vivienda a tu ex es una opción en caso de divorcio, sin embargo, no es la más aconsejable desde un punto de vista fiscal. La solución ideal si la vivienda y la hipoteca son de ambos, es optar por la extinción de condominio.

De manera resumida, esta figura se aplica cuando ambas partes deben repartir una propiedad indivisible, por ejemplo, una vivienda o un coche. La extinción de condominio soluciona el problema a la vez que te posibilita pagar una menor cantidad de impuestos que con una compraventa al uso.

Una vez firmada la extinción o la compra-venta será necesario cambiar la titularidad del préstamo hipotecario. Esto pasa por hacer una novación del préstamo que elimine a uno de los titulares del mismo. De este modo, la hipoteca pasará a estar solo a nombre del propietario de la vivienda.

Por supuesto que, también es posible cancelar la hipoteca actual y buscar un préstamo hipotecario con mejores condiciones, o bien, subrogar la hipoteca para cambiarla de banco.

¿Y si la otra persona no quiere abonar?

Como ya has visto, si el préstamo hipotecario está a nombre de los dos, la deuda es de las dos partes a efectos legales. Se trata de algo conocido como una deuda solidaria.

Sin embargo, en caso de que uno de los dos deje de pagar, la entidad financiera continuará exigiendo el pago del préstamo y que lo hará a la otra parte. Del mismo modo que si ninguno de los dos pagáis y existe un avalista.

En otras palabras, si una parte decide no pagar lo que le corresponde, la otra deberá asumir el pago del 100% del préstamo hipotecario si no quiere caer en un impago. Es por este motivo que, excepto en casos puntuales como cuando hay niños, vender la vivienda y pagar la hipoteca o dejar todo a nombre de uno de los dos es la solución a futuro más recomendable.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho saber qué opinas sobre la hipoteca en caso de divorcio. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

Si te encuentras en una situación que no puedes resolver por tu cuenta, no dudes en acudir a Oi Real Estate. Un equipo de profesionales estará a tu disposición y te ayudará en todo el proceso ¡Te esperamos!

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¿Qué ocurre luego del divorcio? Después de este proceso, toca pensar en un nuevo lugar donde vivir, abandonar la casa familiar y buscar una nueva vivienda que se adapte a tus nuevas necesidades y presupuesto, sobre todo cuando se es una persona de la tercera edad.

Encontrar un nuevo lugar luego del divorcio

Al buscar una nueva vivienda luego del divorcio, hay muchos elementos que se deben tener en cuenta, como la situación económica y el patrimonio acumulado.

Anteriormente, separarse cuando se estaba en la tercera edad era mal visto y, por lo tanto, poco común. En la actualidad se ve más a menudo el divorcio en personas de esta edad, y aunque no es el grupo que más se divorcia, es uno cuya cifra se ha ido incrementando.

Según los datos obtenidos del INE, en el 2020 se divorciaron 7.592 personas de entre 60 y 69 años. Mientras que 2.075 mayores de 70 años, dando un total de 9.667 ciudadanos de edades avanzadas que se separaron de su cónyuge.

El sociólogo Mariano Urraco, indica que estas decisiones a edades tan avanzadas suceden porque en la actualidad las personas tienen más libertad para tomar sus propias decisiones, “a nivel social está mejor visto que la gente de 65 años se divorcie; antes era como un estigma”.

La mayor esperanza de vida y la jubilación activa tienen mucho que ver con esa idea de no resignarse ni quedar arrinconado.

A diferencia de las generaciones anteriores, que no se planteaban realizar un cambio de este tipo, en la actualidad, las personas de la tercera edad, tienen mayor independencia.

Es entonces cuando comienza un nuevo capítulo, el de buscar una nueva casa. “Aquellas personas que durante su vida en común adquirieron una vivienda son más proclives a volver a comprar que a alquilar, siempre y cuando su economía lo permita”, explica Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.

Segundas viviendas

Un caso frecuente es cuando las personas cuentan con una vivienda aparte de su residencia principal. Lo habitual es que la pareja de divorciados venda ambas propiedades para luego repartir la ganancia entre ambas partes. Este tipo de personas suelen volver a comprar una propiedad.

Estas nuevas viviendas suelen ser más pequeñas y de menor nivel. En la mayoría de los casos sin hipoteca.

Aunque la solicitud de financiamiento, no va a depender de la edad y el importe solicitado, ya que las entidades financieras establecen la edad máxima para tener una hipoteca en los 75 años.

Otro comportamiento usual, es el cambio de locación, que suele ser una más asequible. Si los excónyuges tienen economías más ajustadas y su patrimonio no es boyante, la situación es más delicada. En este caso, la salida es la venta de la casa familiar seguida de un doble alquiler.

Aunque dependerá de la ciudad, porque en capitales como Madrid, Barcelona o Palma puede ser prácticamente imposible. Por lo general, los divorciados de estas ciudades, optan por pisos compartidos con personas que estén en la misma situación.

Otra alternativa, es cuando los divorciados deciden trasladarse a la casa de algún familiar o recurrir a residencias o apartamentos municipales para mayores, en los que aportan un porcentaje de sus ingresos.

Vivienda colaborativa

Una alternativa que está ganado mayor popularidad en el país, son los senior cohousing. En la actualidad hay muchos proyectos de desarrollo en España.

Esta es una propuesta de vida colaborativa para personas de entre 44 y 70 años que buscan una solución para el envejecimiento activo y se está implementando en Huelva.

Se piensa que vivir en comunidad es ideal para aquellas personas mayores que se encuentran solas.

El proyecto nace de la propuesta de un grupo de personas que se han constituido en cooperativa para promover un complejo residencial y de servicios sociales, culturales y sanitarios, sin ánimo de lucro y autogestionado.

Cuenta con 44 viviendas y se espera que esté listo para el 2023. Hasta los momentos cuenta con una inversión de cuatro millones de euros.

En Jarama, Madrid, el cohousing Trabensol lleva en marcha 9 años. Este es el segundo que se implementó en España y ha sido todo un éxito.

“La máxima es la solidaridad y la ayuda mutua”, explica Jaime Moreno, de 84 años, uno de los socios fundadores de la cooperativa.

Sus 54 habitantes pagan entre 1.200 y 1.400 euros al mes para cubrir todo tipo de gastos: comidas, cocinero, baños terapéuticos, portería, limpieza, suministro. En caso de que uno de los socios fallezca, lo invertido se devuelve a los herederos (sin gastos mensuales).

Siendo esta la opción que cada día gana popularidad entre los divorciados de la tercera edad por ser una solución más económica y de mayor beneficio para combatir la soledad que llega luego de la finalización de un matrimonio.

¿Qué piensas de las residencias colaborativas? Cuéntanos tu opinión en la sección de comentarios. ¡Nos encanta leerte!

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Toda pareja puede llegar a un momento final, de separación, pues el amor se ha terminado. Lo que no se termina de un día para el otro es la existencia de la vivienda de ambos. ¿Cómo obligar a tu ex a vender la vivienda si no está interesado? Aquí te lo explicaremos.

Cuando una pareja comparte la propiedad de un inmueble, ambos son dueños en un porcentaje de la misma. En el caso de una hipotética separación, ambos tienen derecho de permanecer en la vivienda pero nadie tampoco está obligado a permanecer en esa situación de copropiedad, tal como lo establece el artículo 400 del Código Civil:

“Ningún copropietario estará obligado a permanecer en la comunidad. Cada uno de ellos podrá pedir en cualquier tiempo que se divida la cosa común”.

Entonces, llegado el caso de la necesidad de vender la propiedad, ¿cómo puedes obligar a tu ex a vender la vivienda? Te mostraremos las opciones que dispones en la actualidad, dependiendo de si la venta es consensuada o no.

Cuando existe acuerdo de partes

La situación ideal es que entre ambas partes puedan llegar a un acuerdo y vender la propiedad en el mejor de los términos posibles. En estos casos, existen cuatro opciones para realizar la operación.

Venta a un tercero

En este supuesto ideal, las dos partes pueden vender la propiedad a un tercero. Esta es la solución ideal en el que caso de que ninguna de las dos partes pueda comprarle su parte a la otra o ninguna quiera permanecer en la propiedad.

División del inmueble

Si el inmueble lo permite, realizar una división de la superficie de la casa es otra de las soluciones pacíficas, si las amplitudes y la superficie de la propiedad lo permiten. Si es una edificación vertical, puede cada parte quedarse con un piso. Si es horizontal, pueden dividir entre parte delantera y parte trasera.

Liquidar la sociedad de gananciales

En el caso de que el inmueble sea imposible de dividir, existe la posibilidad de liquidar la sociedad de gananciales.

¿Qué significa esto? Que se puede adjudicar a uno de los copropietarios el 100% del valor de la propiedad y compensar económicamente al otro el porcentaje que le correspondiere. Esta situación está amparada en el artículo 404 del Código Civil.

Una sentencia de 2013 ha añadido la posibilidad de adjudicar la propiedad a quien vive en ella, debiendo la otra parte ser compensada y no admitiendo subasta pública posterior.

Extinción del condominio

Otra de las situaciones ideales que todos deseamos tener luego de haber liquidado la sociedad de bienes gananciales es la extinción del condominio. Esta solución se da en los casos en que se pueda dialogar con la otra parte, llegar a un acuerdo y evitar cualquier confrontación legal.

En el caso de querer extinguir el condominio, simplemente se debe firmar ante un notario una escritura de extinción de condominio, en donde se le otorga a una de las partes el 100% del valor de la propiedad y a la otra parte el 50% del valor neto de la vivienda.

Esta opción suele ser más económica que recurrir a la compraventa de la propiedad: la extinción sólo tributa entre el 0,5% y el 1,5% por Actos Jurídicos Documentos.

¿Cómo obligar a tu ex a vender la vivienda cuando quiere?

Bueno, sabemos que no todo es color de rosa y que las cosas puede salirse de cauce muchas veces. En el caso de una propiedad compartida, los escenarios posibles frente a la imposibilidad de acuerdo entre las partes serán los que se exhiben a continuación.

Entonces, ¿cómo obligar a tu ex a vender la vivienda en cuestión en estos casos?

Acto de conciliación

En el caso de que no haya acuerdo entre las partes pero se quiera evitar ir a juicio, puede ofrecerse la posibilidad de llegar a una conciliación. Para ello se necesita la papeleta de conciliación ante el Juzgado de Primera Instancia del domicilio de tu ex, sin necesidad de abogado o procurador. Aunque siempre es recomendable estar bien asesorado.

Recibida la papeleta, se celebra el acto de conciliación y pueden suceder tres cosas:

  1. Que tu ex se presente, se firme el acto y se dé por finalizado el problema de la venta.
  2. Puede suceder que tu ex se presente, firme el acto pero luego no lo cumpla. En este caso, deberás solicitar ante el Juzgado el cumplimiento del acuerdo.
  3. Que tu ex no se presente o que no haya acuerdo y entonces solamente queda acceder por vía judicial.

Subasta voluntaria

Otro de los escenarios frente a la falta de acuerdo y para obligar a tu ex a vender la vivienda es la subasta voluntaria de la propiedad en común. Puede llegarse a la misma a través de dos caminos:

  • mediante vía notarial: en este caso, la subasta será electrónica y se realizará en el Portal de Subastas de la Agencia Estatal BOE.
  • por vía judicial: deberás presentar un escrito y un pliego de condiciones en el Juzgado para celebrar la subasta. También se realizará electrónicamente en el portal citado anteriormente.

El proceso de la subasta es de mutuo acuerdo y en la misma se hará constar el valor de tasación de la propiedad.

Juicio

Si has agotado todas las vías anteriores, la última opción y la menos deseable es la de llegar a juicio contra tu ex. En este caso es obligatorio recurrir a un abogado o procurador, además del perito judicial. La casa se subastará públicamente y ninguna de las partes podrá fijar el valor de la misma.

Lo obtenido en la subasta será dividido entre ambas partes pero es importante saber que llegar a esta instancia implica perder dinero pues hay muchos costes judiciales que afrontar y los precios de las subastas son siempre menores a los del mercado.

Otra de las opciones es recurrir a una de las empresas que compran proinidivisos con el fin de sacarnos este problema de encima y obtener dinero inmediato.

¿Te ha quedado claro entonces cómo puedes obligar a tu ex a vender la vivienda? ¡Coméntanos si has llevado a cabo alguna de estas opciones!

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