La idea de comprar una casa es previsible, llegada cierta edad o determinado proyecto de familia. En España, que resulta ser un país de propietarios, este objetivo es, además, una muy común estrategia de inversión. En este marco, el ladrillo es sinónimo de seguridad en cuanto a residencia, pero también como garantía de inversión potencialmente redituable. A este aspecto que ya es cultural entre los españoles, vienen a sumarse en los últimos meses las consecuencias de la crisis económica y los vaivenes en los costes que afectan el valor de las viviendas.

Ya sea por la subida en los tipos de interés que determine el BCE, o por el aumento en los precios de los materiales de construcción, o el endurecimiento en los requisitos de las entidades bancarias para otorgar créditos, o sencillamente por el efecto de la oferta y la demanda, las fluctuaciones en el precio de la vivienda hacen que los potenciales inversores deban recurrir, cada vez más, al pago al contado. De esta manera, comprar con ahorros una casa parece ser cada vez más, una tendencia surgida de la necesidad, antes que una estrategia para pagar menos a largo plazo.

Primero fue el interés

A nadie se le escapa que desde el año pasado los anuncios del Banco Central Europeo (BCE) ampliaron su público como fuente ineludible de información financiera. Las medidas que tomó la entidad prácticamente desde el comienzo de la guerra que tiene como epicentro a Rusia y a Ucrania, ya no son materia de especialistas en macroeconomía sino que afectan a todos los ciudadanos europeos.

Al trasladarse la subida de los tipos de interés a los requisitos de los bancos, son las empresas, las familias y los particulares quienes ven afectadas sus cuentas ante cualquier intención de pedir un financiamiento. Como es de esperarse, la compra de una casa está entre esos planes drásticamente modificados.

Este es el contexto que motiva a que los españoles se inclinen cada vez más a intentar comprar con ahorros su vivienda, descartando de antemano o por rechazo de los bancos la posibilidad de la hipoteca. Según los datos del Consejo del Notariado, en enero el 53% de las viviendas se pagaron al contado. Algo menores son los índices del Colegio de Registradores y del INE (Instituto Nacional de Estadística), pero en general todos los sitios muestran una tendencia al alza en este aspecto.

Hipotecarse vs. comprar con ahorros

Ya en diciembre del año pasado los sitios especializados afirmaban que la solicitud de hipotecas había empezado a disminuir, tras estar prácticamente dos años en permanente alza. La causa más evidente era, justamente, la subida en los tipos de interés, que hacía más inalcanzable el piso, las condiciones y los montos de devolución de los créditos.

Avanzado el 2023 la cifra de compradores que accedieron a su casa sin recurrir a una hipoteca alcanza el 32%, esto es, cinco puntos más que el año pasado. Tales son los resultados de los informes que Fotocasa realiza periódicamente en torno a estas variables. El efecto en el cambio de actitud de los compradores es explicado, en parte, por el impulso pospandemia que llevó a los compradores a utilizar los resultados del ahorro forzoso de la cuarentena. Una vez agotadas esas inversiones, y ante la dificultad de acceder a las hipotecas, la estrategia tendió a ser la búsqueda del ahorro o financiamiento por otras fuentes. En ese sentido, según explica el mismo portal, el 8% de los compradores solicita ayuda familiar para afrontar el coste de una vivienda.

Claro que esta situación es más factible si se cuenta previamente con un capital que se puede reconvertir y usar a los efectos de la operación inmobiliaria. Se estipula que la mitad de quienes optaron por usar una inversión propia contaban ya con una propiedad que completó el valor de la nueva.

Entonces, ¿es posible comprar con ahorros?

En cualquiera de los casos mencionados, el comprar con ahorros es una posibilidad para quienes tienen algún tipo de respaldo, ya sea por inversores cercanos como por capital acumulado. Esto no cubre las necesidades de todos los grupos sociales, en particular los más vulnerables, o aquellos que están comprometidos con deudas anteriores. Pero si te encuentras en situación de, por ejemplo, buscar cambiar tu primera vivienda, seguramente haya opciones en el mercado para ti. De hecho, esa es una de las situaciones que más se dió tras la pandemia, cuando se buscaba maximizar la rentabilidad de los ahorros, en especial al empezar a verse los riesgos de la devaluación del dinero.

Siempre que se cuente con el dinero para pagar al contado una casa, se accede al gran beneficio de que, a largo plazo, el precio sea menor a cuando debemos devolver un préstamo o un crédito bancario. En este último caso, además, nos evitamos los gastos de apertura, constitución y contrato con la entidad financiera, que es lo que encarece la casa. De igual manera, nos ahorramos el tiempo que tardan en concretarse las etapas administrativas, la aprobación de los créditos y alguna documentación de los notarios.

¿Conoces de cerca esta situación? Comparte tu experiencia en la parte de comentarios de esta nota. Y no olvides que si quieres conocer más sobre opciones para vivienda en España, tienes mucha información a disposición en el sitio de Oi Real Estate.

Dicho todo esto, aún existen maneras de comprar sin ahorros suficientes. ¿Quieres saber cómo? Lee más en la siguiente nota:

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