La banca internacional está en crisis luego de que el lunes se desestabilizaran en la Bolsa las acciones de tres bancos estadounidenses. Tras la quiebra de Silvergate, Silicon Valley Bank y Signature Bank, preocupan las caídas de los bancos españoles y europeos en general, por la tendencia de los inversores a vender masivamente títulos de las entidades financieras.

Donde comenzó la crisis

Primero fueron tres bancos estadounidenses. El anuncio de la quiebra de Silvergate, Silicon Valley Bank y Signature Bank puso en alerta a todos los mercados al punto de tener repercusiones políticas. En efecto, el impacto en la Bolsa fue tal que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, salió a apoyar el sistema tradicional financiero de los bancos, aunque descartó la ayuda estatal.

Las últimas noticias relacionadas con la liquidación de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, indican que los fiscales estadounidenses estaban investigando el trabajo de esta última con clientes de criptodivisas antes de que los reguladores se hicieran cargo y cerraran el organismo prestamista el pasado fin de semana. Los investigadores del Departamento de Justicia en Washington y Manhattan estaban examinando si el banco de Nueva York tomó medidas suficientes para detectar el posible blanqueo de dinero por parte de los clientes.

Mientras tanto, las corridas de los inversores a vender masivamente títulos de aquellas entidades financieras hicieron que otros bancos absorvieran ese capital. Así, el Bank of America obtuvo más de 15.000 millones de dólares en nuevos depósitos en cuestión de días, y otros como JP Morgan, Citigroup y Wells Fargo también ingresaron miles de millones en nuevos depósitos, aunque las cifras aún no se han hecho públicas.

Por qué los bancos españoles miran de reojo al Credit Suisse

A la crisis del sector bancario estadounidense se sumó también la de la entidad suiza Credit Suisse, la cual no viene acertando el buen sendero económico. En el último trimestre de 2022, la compañía registró pérdidas de 1.390 millones de francos suizos, lo que elevó su pérdida anual a 7.300 millones en esa moneda local.

En este contexto, el máximo accionista de la entidad helvética, el presidente del Banco Nacional Saudí, Ammar Al Khudairy, descartó recientemente aumentar su inversión para salvar la liquidez de la compañía. La entidad saudí se había convertido en el máximo accionista del prestamista suizo a finales de 2022 después de adquirir una participación del 9,9%. Aún así, Al Khudairy indicó que superar el 10% conllevaría algunos obstáculos reglamentarios adicionales.

La defensa suiza

El presidente del Credit Suisse, Axel Lehmann, señaló que no esperan ayuda estatal y se despegó de la crisis en la bancaria estadounidense al decir “que no sería exacto comparar los problemas actuales de Credit Suisse con el reciente colapso de Silicon Valley Bank, sobre todo porque los bancos están regulados de forma diferente”. La firma radicada en Zúrich había anunciado el pasado octubre que se desprendería de sus negocios de banca de inversión y se centraría en su unidad clave de gestión de patrimonios.

A pesar de estas declaraciones, los inversores están claramente preocupados por el futuro de la entidad. Los ‘swaps’ de impago, es decir, el coste de asegurar los bonos contra el impago a corto plazo de la compañía suiza, son 18 veces más caros que los de UBS y 9 más que los de Deutsche Bank. Según señalan los analistas, la curva también está muy invertida, lo que significa que cuesta más protegerse contra una quiebra inmediata del banco que contra un impago más adelante.

Los números de la caída y dudas sobre el manejo de la información

Las acciones de Credit Suisse ayer bajaron hasta un -4,1%, tras conocerse que el regulador financiero suizo está investigando las palabras de Axel Lehmann sobre la retirada de fondos. Específicamente, el presidente había dicho que las salidas se habían “estabilizado por completo” y “revertido parcialmente”. Con estas palabras había provocado una temporal subida en las acciones del banco, pero ahora el regulador financiero suizo Finma está tratando de establecer hasta qué punto Lehmann y otras autoridades eran conscientes de que los clientes seguían retirando fondos.

Según los últimos resultados, el Credit Suisse registró unas pérdidas de 1.390 millones de francos suizos en el cuarto trimestre de 2022 (1.411 millones de euros), lo que elevó los números rojos anuales hasta los 7.293 millones de francos (7.392 millones de euros).

El efecto sobre los bancos españoles

Hoy, a raíz de la crisis del Credit Suisse, el Ibex 35 y el resto de bolsas europeas bajaron drásticamente. Las acciones del banco suizo se desplomaron un 20% tras reconocer ayer martes “debilidades materiales” en sus procesos de información financiera para los ejercicios 2021 y 2022.

Tras la caída en los números del Credit Suisse, los índices europeos bajan hoy un 8% y bancos como el Deutsche Bank, el Commerzbank, el BNP Paribas se desploman. Mientras tanto, los bancos españoles Sabadell, Bankinter, Santander, BBVA, CaixaBank y Unicaja, entre otros, caen entre un 7% y un 11%. En ese marco, el Ibex dejó ya un 4,3%, hasta quedar en 8.760 puntos.

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