Desde Oi Real Estate queremos contarte cuáles son las diferencias entre los distintos tipos de hipoteca. Continúa leyendo el artículo para enterarte.

Es sabido que existen diferentes tipos de hipoteca, puede ser fija, variable o mixta. Esto variará dependiendo del tipo de interés aplicado. De hecho, la diferencia fundamental entre una hipoteca a tipo fijo, variable o mixto se encuentra en el tipo de interés que se aplica.

Al momento de tomar una decisión, será necesario tener en cuenta que tan dispuestos estás a hacer frente al riesgo y la posibilidad de que se generen cambios en las cuotas que debes pagar cada mes por la hipoteca.

¿Qué son los diferentes tipos de hipoteca?

En primer lugar, si tienes pensado comprar una vivienda, debes saber fundamentalmente cuál es la diferencia entre los diferentes tipos de hipoteca. Los puntos a tener en cuenta son muchos, sin embargo, uno de los más importantes es el tipo de financiación bancaria. Esto se debe a que tendrá un impacto directo sobre las condiciones de la hipoteca a lo largo del plazo de amortización. Por lo general, lo más común es distinguir entre tres tipos de hipoteca distintos en función del tipo de interés aplicado.

  • Tipo fijo: la característica fundamental que diferencia a una hipoteca fija de las otras, es que el monto que debes abonar en las cuotas mensuales no varía a lo largo del tiempo. Se trata de una condición básica que se extiende durante todo el plazo del préstamo. Con esta opción, que es muy interesante en las hipotecas a largo plazo, la cuota podría llegar a bajar en caso de que el cliente opte por amortizar parte del préstamo. Sin embargo, en ningún caso subirá, ya que el interés siempre será constante.
  • Tipo variable: por su lado,el tipo de interés en una hipoteca variable se encuentra formado por el diferencial y por un índice de referencia. El más utilizado en el país es el euríbor. A diferencia de las hipotecas a tipo fijo, en este tipo de hipoteca las cuotas pueden variar, aumentando o disminuyendo según la evolución de este índice de referencia. Sin lugar a dudas, esto genera una importante incertidumbre al consumidor. Durante el tiempo de vida del préstamo, las cuotas se actualizarán 1 o 2 veces al año. Esto dependerá de lo que se haya pactado al firmar en contrato.
  • Tipo mixto: se trata de una alternativa que funciona como una combinación entre las dos clases principales de préstamo hipotecario. De este modo, comienzan ofreciendo un tipo de interés fijo que, por lo general, oscila entre 5 y 20 años. Luego, pasan a un tipo variable referenciado al euríbor durante lo que reste del préstamo.

¿Las diferencias más importantes entre las distintas modalidades?

La diferencia principal que podemos encontrar entre una hipoteca a tipo fijo, variable o mixto es el tipo de interés que se aplica. En el caso de una hipoteca fija, siempre te cobrarán el mismo Tipo de Interés Nominal (TIN). Por otro lado, en una variable este se modificará con el paso del tiempo, lo que ocasionará que la cuota suba o baje. Mientras que, una hipoteca mixta por lo general, comienza aplicando un tipo de interés fijo y luego de un plazo de tiempo pactado, pasar a uno variable.

Aquí van algunas de las diferencias más notorias entre las tres tipos de hipoteca:

  • La cuota mensual: cuando se trata de una hipoteca fija sabrás desde el comienzo cuánto deberás abonar cada mes. Sin embargo, esta cantidad no se mantiene estable en las variables y mixtas. Por lo general, se encuentra sujeto a la evolución del euríbor.
  • Tipo de interés: para una hipoteca a tipo fijo siempre abonarás el mismo interés, por otro lado, en las variables, este cambia con el tiempo. Esto se debe a que, el interés se calcula sumando el euríbor a un diferencial. Se trata de un porcentaje fijo que se pacta con la entidad bancaria. Cada cierto tiempo, por lo general, una vez al año o cada 6 meses, el banco se encargará de revisar el nivel al que se encuentra el euríbor. En otras palabras, el pago futuro se encontrará sujeto a las fluctuaciones del mercado. En el caso de las mixtas, el tipo de interés responde a la combinación de estas dos alternativas.
  • Plazo de amortización: las entidades bancarias generalmente establecen diferentes plazos en las hipotecas fijas, mixtas y variables. Lo más común es que las variables posean plazos de amortización más largos que las fijas. En el caso de las fijas, las entidades bancarias acostumbran a “premiar” a los clientes que requieren menos tiempo para devolver el préstamo.
  • Comisiones: la ley hipotecaria dice que, todos los tipos de hipoteca pueden cobrar los mismos tipos de comisiones. Sin embargo, en algunos casos los límites son diferentes, como sucede con las comisiones por amortización anticipada. En las hipotecas variables, la entidad bancaria tiene un tope del 0,25% durante los 3 primeros años y, a partir del cuarto no podrá cobrarte nada, o bien, solo cobrará hasta un 0,15% en los cinco primeros años y nada a partir del sexto. Por otro lado, en las fijas el tope se encuentra en un 2% para los primeros 10 años y de un 1,5% durante el resto de la vida del préstamo. En el caso de las hipotecas fijas habría que sumar las compensaciones por riesgo de tipo de interés, que únicamente se cobrarán cuando se produzca una cancelación anticipada.
  • Amortización: En todos los tipos de hipoteca, existen diferencias en la amortización del capital. En los primeros años en los préstamos hipotecarios variables se amortiza capital más rápidamente, lo que genera que el impacto de una hipotética subida de tipos sea más baja.

¿Cuál es la mejor opción: fija, variable o mixta?

No existe una respuesta única a esta pregunta. Esto se debe a que, al momento de elegir entre una hipoteca fija, variable o mixta, la decisión variará dependiendo del perfil del consumidor, el plazo, los ingresos y la capacidad de hacer frente a una subida inesperada de tipos. Ya que no se puede determinar con seguridad qué sucederá con los tipos de interés en los siguientes años, no es posible saber previamente con qué opción será más bajo el coste del préstamo hipotecario.

Para optar por una u otra opción, será necesario valorar tus necesidades y tener en cuenta cuál es tu grado de aversión al riesgo. Si te interesa la seguridad de abonar siempre la misma cuota, dejando de lado los peligros de una subida de tipos inesperada, la hipoteca a tipo fijo será la opción ideal para ti.

De lo contrario, si te agrada la idea de abonar una cuota inferior de partida y mantenerte atento a las fluctuaciones del euríbor, deberías elegir una variable.

Entre estas dos opciones se encuentra la hipoteca mixta. Se trata de una solución intermedia que te dará la posibilidad de no exponerte tanto al euríbor como en la variable, gozando de la ventaja de abonar menos que en una fija en los primeros años.

Luego de leer este artículo, nos interesa mucho conocer cuál es tu opinión sobre los diferentes tipos de hipoteca. Si te interesa compartirla con nosotros, puedes hacerlo en la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

Si te encuentras en una situación que no puedes resolver por tu cuenta, no dudes en acudir a Oi Real Estate. Un equipo de profesionales estará a tu disposición y te ayudará en todo el proceso ¡Te esperamos!

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