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El Retorno de inversión, conocido como ROI (por sus siglas en inglés, Return on Investment) es un indicador financiero que permite conocer el rumbo que están tomando tus inversiones. Si son correctas o necesitan un ajuste, este indicador te lo dirá, ya que se orientan a visibilizar las ganancias o pérdidas. Mediante una sencilla fórmula, podrás saber la rentabilidad de tus apuestas. Ahora bien, este registro puede ser muy útil para áreas específicas de tu empresa. En este artículo estaremos hablando de la importancia del ROI en marketing y de cómo el análisis servirá para dirigir tus campañas. ¡Acompáñanos con la lectura!

En el mundo de las inversiones hay una cantidad de indicadores financieros que son herramientas que permiten realizar un análisis financiero de la situación de las apuestas. Son muy importantes en el mundo empresarial, además, ya que se utilizan para medir el desempeño de las compañías.

Los principales indicadores financieros de una empresa son, a grandes rasgos, los siguientes: los indicadores de liquidez, que miden la capacidad de la empresa para pagar sus deudas a corto plazo; los indicadores de endeudamiento; los indicadores de rentabilidad; y los indicadores de gestión o eficiencia.

En este artículo nos centraremos en los indicadores de rentabilidad y cómo se relacionan con ciertas áreas específicas de una empresa o inversión. Nos referimos al retorno de inversión, o ROI en marketing, en concreto. Veremos por qué es importante prestarle atención a este aspecto en particular y cómo repercute en nuestras acciones. ¡Adentrémonos en el mundo de las fórmulas y la mercadotecnia!

Trascendencia del ROI y cómo calcularla

El Retorno de Inversión (ROI) es una métrica fundamental en el ámbito financiero que permite evaluar la rentabilidad de una inversión en relación con los costos asociados. Calcular el ROI es esencial para tomar decisiones informadas sobre dónde y cómo asignar nuestros recursos.

La importancia del ROI radica en que proporciona una visión clara y cuantificable del rendimiento de una inversión. Permite a los inversionistas y gerentes comparar diferentes oportunidades de inversión y determinar cuál ofrece el mayor rendimiento en relación con el capital invertido. Además, el ROI es una herramienta valiosa para evaluar el éxito de proyectos y estrategias comerciales. Ya que ayuda a identificar qué iniciativas son más rentables y cuáles pueden requerir ajustes o incluso ser descontinuadas.

Calcular el ROI implica identificar y cuantificar tanto los costos como los beneficios de una inversión. El ROI se expresa como un porcentaje y se calcula dividiendo la ganancia neta obtenida de la inversión por el costo total de la inversión, y luego multiplicando el resultado por 100 para obtener el porcentaje. La fórmula sería la siguiente:

ROI = {Ganancia Neta / Costo Total de la Inversión} x 100

Es importante recordar que un ROI positivo indica que una inversión ha sido rentable, mientras que un ROI negativo sugiere que se ha perdido dinero. Además, el ROI no debe considerarse como la única métrica para evaluar una inversión, ya que también existen el Return on Assets (ROA) o el Return on Equity (ROE).

El ROE (Return on Equity) mide la capacidad de una empresa para generar ganancias en relación con el capital aportado por los accionistas. Un ROE alto indica una eficiente utilización del capital de los accionistas para generar ganancias. El ROA (Return on Assets) evalúa la eficiencia de una empresa en la generación de ganancias a partir de sus activos totales. Un ROA alto indica una eficiente utilización de los activos para generar ganancias. Todo esto ha sido desarrollado más en profundidad en esta anterior nota.

Ejemplo del Retorno de Inversión (ROI)

El Retorno de Inversión (ROI) es una métrica esencial en el ámbito financiero que permite evaluar la rentabilidad de una inversión. Para ilustrar su aplicación, consideremos el siguiente ejemplo: supongamos que realizamos una inversión de 100.000 euros en la compra de nueva maquinaria. Después de un tiempo, el valor de nuestras acciones aumentó a 120.000 euros.

En vez de la simple fórmula que proporcionamos en el anterior apartado, para este caso particular utilizaremos otro enunciado más preciso. Para calcular el beneficio neto en este caso, aplicamos el siguiente método:

ROI= {(Valor presente – Costo de inversión) / Costo de inversión} x 100

ROI = {(120.000 – 100.000) / 100.000} x 100

Lo que resulta en un ROI del 20%.

La importancia del ROI no se limita únicamente a los inversores en acciones, sino que también es relevante para evaluar cualquier tipo de gasto empresarial. Por ejemplo, podemos utilizar el ROI para medir el rendimiento de la adquisición de un vehículo que contribuirá al aumento de nuestras ventas. O para evaluar los costos de una campaña publicitaria, como veremos en el siguiente apartado.

Es importante tener en cuenta que si bien el ROI puede ayudarnos a determinar si una inversión ha sido exitosa, no garantiza que futuras inversiones de otros tipos también lo sean. Cada inversión debe ser analizada de manera individual y cuidadosa antes de realizarla.

Por lo general, se considera que un buen ROI es aquel que supera el 7%. Aunque un ROI menor puede no indicar pérdidas, tampoco representa un rendimiento óptimo esperado. Es fundamental tener expectativas realistas y buscar inversiones que ofrezcan un ROI significativo y coherente con nuestros objetivos financieros.

Sobre el Retorno de Inversión y cómo calcular con ejemplos concretos, hemos hablado en esta anterior nota llamada Qué es el ROI y cómo se calcula. El link al artículo lo encuentras aquí.

Sacar provecho del ROI en marketing

Evaluar el rendimiento de las estrategias de marketing es crucial para determinar su efectividad y realizar mejoras que aumenten la rentabilidad de la empresa o inversión. El ROI es fundamental para medir y monitorear los resultados de las campañas de marketing digital, permitiendo a las empresas e inversionistas asignar sus recursos de manera óptima en los canales y estrategias adecuadas.

El establecimiento del ROI ha sido un desafío persistente para los especialistas en marketing. Factores como el seguimiento de URL y otras tecnologías han contribuido a su determinación. Pero aún se requiere una perspectiva a largo plazo que considere tanto las ganancias financieras como no financieras, como el crecimiento de la audiencia. Para establecer un punto de referencia de “buen ROI”, muchas empresas analizan el rendimiento de tácticas pasadas y las cifras actuales de ventas.

Para medir el ROI en marketing, es esencial considerar una serie de prácticas que permitan evaluar con precisión el rendimiento de las campañas. Aunque determinar el ROI puede parecer desafiante, especialmente en campañas que involucran contenido como videos y blogs, existen enfoques que pueden proporcionar claridad. Independientemente de la estrategia de marketing utilizada, es crucial vigilar varios factores para determinar la efectividad de las campañas.

En primer lugar, es importante evaluar el tiempo dedicado a la creación de los materiales de marketing, ya que esto puede afectar directamente la eficiencia de la campaña. Además, se debe realizar un seguimiento meticuloso de los costos de producción. Estos incluyen suministros, servicios y software necesarios para ejecutar la campaña de manera efectiva.

Otro aspecto fundamental es considerar los costos promocionales, que pueden incluir gastos en publicidad y promoción de la campaña. Utilizar una URL de seguimiento es una práctica recomendada para analizar si el contenido de marketing está generando tráfico a la página de destino del producto. Esto proporciona información valiosa sobre la efectividad de la campaña en la generación de leads y conversiones. Además de los rendimientos financieros, también es importante tener en cuenta los rendimientos no financieros, como la participación en redes sociales y los aumentos inesperados de tráfico, que pueden indicar un mayor engagement de la marca.

A medida que el negocio crezca, será posible obtener un retorno de inversión más preciso y oportuno, lo que permitirá tomar decisiones más informadas sobre futuras estrategias de marketing.

Luego de leer este artículo, nos interesaría mucho conocer tu opinión acerca de cómo desarrollar el ROI en marketing. Puedes compartirla con nosotros desde la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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En la búsqueda por diversificar las carteras, los inversores comenzaron a acceder a nuevas formas de gestión. Estas nuevas formas son las denominadas inversiones alternativas, que fueron posicionándose fuerte en los últimos años. Si bien ofrecen riesgos más altos, otorgan mayores rendimientos. Por esto es elegido por muchos a la hora de intentar rentabilizar sus ahorros.

Los bonos y los valores se caracterizan por ser inversiones tradicionales. Por esta razón, son más conservadores a la hora de ofrecer riesgos y dirigen sus acciones hacia inversiones más estables. Como conservador denominamos todo aquello que conserva o cuida la permanencia de algo. Conservador es también sinónimo de tradicional, es decir, de todo aquello que evoca ideas o valores ya probados y que brindan un reaseguro.

En cambio, las inversiones alternativas presentan riesgos mayores cuyos rendimientos, en consecuencia, son más altos también. Aquí, el adjetivo “alternativo” se utiliza en la medida que esas inversiones se diferencian de las conservadoras por tener un grado mayor de volatilidad. Quienes se decantan por este tipo de inversión, conocen de antemano los riesgos y también las posibles rentabilidades que pueden llegar a adquirir.

En esta nota te contábamos sobre las inversiones alternativas en bienes raíces. Ahora es el turno de hablar de las apuestas alternativas en el mundo de los mercados de inversión en general. Qué son, por qué tienen fuerza en los últimos tiempos e importancia para las nuevas estrategias inversoras: de todo ello hablamos más adelante. ¡Continúa leyendo!

Inversiones alternativas: qué son

Como hemos dicho más arriba, las inversiones alternativas se diferencian de las tradicionales. Operan con mayor riesgo a la vez que otorgan más rendimientos. Y allí radica su fuerza en momentos de ser elegida por sobre las operaciones más conservadoras.

A las inversiones alternativas no las encontramos en los mercados financieros tradicionales. Allí las acciones, bonos, valores o bienes materiales y concretos (tangibles) componen las estrellas de las inversiones tradicionales. Ellos, al ser activos privados, pueden presentar un riesgo alto como uno tal alto, ya que se componen de diversos bienes, como ser bienes raíces, obras de arte o metales preciosos.

Sin embargo, por el lado de las inversiones alternativas una característica las define: tienen costes más bajos. Esto se da porque están menos expuestos a la inflación y los mismos costes de operaciones son menores que las inversiones tradicionales. 

Entonces, los tipos de activos generan la diferencia entre inversiones tradicionales y alternativas. Como dijimos, los activos de las apuestas tradicionales pueden ser bonos, bienes tangibles, etc. También los denominados fondos cotizados; todos ellos operan de manera pública en la bolsa de valores. Mientras que las alternativas van por otros carriles, como ser los bienes raíces, inversiones privadas, materias primas, planificaciones de obras o aquellas que se conocen como sostenibles (y que hemos desarrollado en este artículo).

Características diferenciales entre las inversiones alternativas y las tradicionales

Más allá de los activos en sí que ocupan cada uno de los tipos de inversiones, las alternativas y las tradicionales se diferencian por otras características. Veamos las principales a continuación:

➧ Rendimiento

Como hemos comentado más arriba, en tanto rendimiento hay una gran diferencia. Esto tiene que ver con la relación riesgo-rendimiento. Las inversiones tradicionales son más estables; por ende, predecibles. Las alternativas no poseen esta característica. Pero eso mismo produce mayor potencial de rendimiento. 

Si hablamos de riesgo y rendimiento, tenemos que saber que las inversiones tradicionales son más predecibles por las fluctuaciones del entorno económico, en cambio, las alternativas tienen más riesgo, lo que supone mayor potencial de rendimiento.

Debido a la dualidad riesgo-rendimiento, hay también una diferencia enorme en cuanto al riesgo. Las fluctuaciones del entorno económico suelen ser más conservadoras en cuanto a las inversiones tradicionales. algo que no sucede con las alternativas.

➧ Liquidez

La liquidez es un concepto financiero que refiere a la capacidad que tiene un activo para ser convertido en dinero efectivo sin pérdida significativa de su valor. Cuando se aplica a una empresa, por ejemplo, engloba el conjunto de activos, incluyendo el dinero en efectivo, de que disponen para hacer frente a sus gastos y deudas a más corto plazo. 

Por tanto, tenemos que las inversiones tradicionales son mayormente líquidas. Debido a esto, se pueden comprar y vender fácilmente en el mercado público. Por su parte, las alternativas poseen menor liquidez, por lo que requieren más tiempo para hacerse efectiva (recordemos que no cotizan de forma pública).

➧ Accesibilidad para inversores

A las inversiones tradicionales se puede acceder fácilmente debido a que se encuentran al alcance de aquella persona (física o jurídica) que quiera invertir. Aquí interviene su característica de público. Las alternativas, por su parte, suelen estar más restringidas.

Esto se da a partir de que los inversores deben ser acreditados para acceder a ellas. Recordemos que el riesgo, la potencialidad y, principalmente, la complejidad es bastante más elevada.

➧Diversificación

Las inversiones alternativas suelen ser utilizadas para diversificar carteras. Y se da de este modo ya que su actuación no ocurre dentro del mercado tradicional de valores, lo que ayuda a que el riesgo sea menor -en este caso- a la hora de apostar por el crecimiento de las rentabilidades. 

Dijimos varias veces que las inversiones alternativas son las de mayor riesgo. Ahora bien, se debe tomar a la operación aisladamente y considerar sus pros y sus contras. En el caso de la diversificación se produce que el riesgo disminuya porque el inversor opera en diversas estrategias y eso le otorga más seguridad en caso de que una de las estrategias no constituya ganancia. Tiene otras tantas oportunidades de obtener plusvalía.

¿Cuáles son las inversiones alternativas?

Ya hemos hablado de las características de este tipo de inversión y hemos dado cuenta de las diferencias con las tradicionales. Ahora veamos ejemplos de las inversiones alternativas para terminar de aclarar el panorama:

Inmobiliario

La inversión inmobiliaria es una de las transacciones más comunes a día de hoy. Se acostumbra a participar de compraventas de bienes inmuebles, comprar propiedades para luego alquilar, apostar al crowdfunding de carácter inmobiliario, etc.

➧ Activos reales

Se denominan activos reales a los bienes tangibles como un bien raíz, una propiedad, máquinas, materias primas, recursos naturales, entre otros. Tangible es un adjetivo que indica que algo se puede tocar o que se puede percibir de manera precisa. Hace referencia a aquello que es palpable, perceptible, concreto y real. Más allá del valor financiero o de mercado, los activos reales poseen un valor intrínseco.

➧ Fondos de cobertura

Se gestionan de manera privada por medio de una sociedad. También se conocen por su nombre en inglés de Hedge Funds. Su mínimo de inversión es elevado, por lo que no todos pueden tener acceso a ellos. Se puede invertir en una gran variedad de activos, y allí radica su ventaja: posee más libertad de acción que los fondos tradicionales.

Crowdlending

Así como existe el Crowdfunding, también está el Crowdlending, el cual es un proceso de financiación colectivo. Su objetivo radica en que personas (físicas o jurídicas) o empresas prestan dinero a otras personas o empresas excluyendo de la operación a las instituciones financieras. Se junta el dinero, se presta, y luego se recibe el monto prestado más una comisión previamente pactada.

➧Materia prima

Quizás no son las más comunes pero existen. Se puede apostar capital en metales preciosos, petróleo, café, etc. Es una opción que viene pisando fuerte con el objeto de consolidarse en una de las inversiones alternativas más importantes y seguras.

Criptomonedas

Por último, el mundo de las criptomonedas también están buscando establecerse como una alternativa de inversión. En los últimos años se ha popularizado bastante y existen diferentes tipos de criptos que operan bajo sus propias reglas, por fuera del sistema bancario. Las divisas digitales actúan tanto para compra, venta o inversión.

Luego de leer este artículo, nos interesaría mucho conocer tu opinión acerca de las inversiones alternativas. Puedes compartirla con nosotros desde la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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Los rendimientos del capital inmobiliario son aquellos que se obtienen de un inmueble, ya sea rústico o urbano. Y deben ser declarados de manera anual como parte del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Aquí te explicamos cómo calcularlos y cuáles son las deducciones que se pueden aplicar.

Se conoce como rendimientos del capital inmobiliario al dinero obtenido por el arrendamiento de una propiedad que se encuentre en territorio español, ya sea de carácter rústico o urbano. Y se obtienen a partir del arrendamiento, de la construcción o el uso de dichos bienes. Y deben ser declarados para el cálculo del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Aunque también hay deducciones que se pueden aplicar, por ejemplo si la propiedad tiene como finalidad la vivienda familiar.

También existen otras posibles deducciones, como por ejemplo si el arrendatario es familiar, por afinidad o consanguinidad. Estos aspectos, y otros más, se deben tener en cuenta para realizar un cálculo correcto, ya que de este modo se puede tener una real dimensión sobre el rendimiento que otorga un inmueble en función del capital invertido. Y, por supuesto, de cumplir con la normativa de la Agencia Tributaria.

Rendimientos del capital inmobiliario

De manera general, se conoce como rendimientos del capital inmobiliario a la renta obtenida a partir de un inmueble ubicado en territorio español. Y se puede lograr de manera directa o indirecta, esto es, por el arrendamiento, la construcción o por derechos derivados de su utilización. 

La manera de conseguir rendimientos son varias y cada una tiene su particularidad. Una de ellas es a partir del arrendamiento de una propiedad, que puede ser urbana o rústica, en el caso que esté asentada en una zona rural. También se consiguen por la construcción de una propiedad. Y también se pueden adquirir rendimientos a partir de la cesión sobre los derechos de tales propiedades.

De acuerdo a la normativa, se consideran rendimientos del capital inmobiliario a las rentabilidades que cumplen también con estas dos condiciones: por un lado, que la propiedad se encuentre registrada a nombre del contribuyente; y por el otro que dichos inmuebles no se relacionen ni sean utilizados para otro tipo de actividades económicas que tenga el contribuyente. 

Es de suma importancia tener en claro cuando el dinero obtenido por la construcción, utilización o cesión de una propiedad está contemplado en el marco legal como producto del rendimiento del capital inmobiliario. Ya que de es uno de los ítems que pagan el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Aunque hay deducciones que se pueden aplicar.

Cómo calcular los rendimientos del capital inmobiliario

El cálculo de los rendimientos del capital inmobiliario se realiza teniendo en cuenta el importe del rendimiento neto, a lo que se deben descontar los gastos que corresponden deducir y las reducciones de los rendimientos netos del mismo capital inmobiliario.

En concreto, la fórmula es la siguiente: Rendimiento Neto Capital Inmobiliario= Rendimiento Íntegro de Capital Inmobiliario – Gastos deducibles – Reducciones de los Rendimientos Netos de Capital Inmobiliario.

Puntualmente, se denomina Rendimientos Íntegros del Capital Inmobiliario a los ingresos que obtiene el contribuyente por el alquiler, la cesión o uso de las propiedades. Mientras que los Gastos Deducibles son aquellos gastos que tiene la actividad y que el contribuyente puede descontar para calcular los Rendimientos Íntegros.En este punto, son varios los gastos que se pueden deducir. En principio, los intereses y gastos de financiación de la actividad. También son deducibles los costos destinados al mantenimiento y reparación de la propiedad. Además están los tributos no estatales, conocidos como Impuesto sobre Bienes Inmuebles, o IBI. Las tasas por limpieza, recolección de basura y todos los recargos que las distintas administraciones gubernamentales determinan.

Otras deducciones posibles

Además de los ítems mencionados anteriormente, hay otras deducciones que se pueden realizar para el cálculo final de los rendimientos del capital inmobiliario. 

Uno de ellos son los Saldos de Dudoso Cobro. Y que contemplan los montos que pueda haber dejado de abonar un arrendatario en incumplimiento. Aunque para que sean tenidos en cuenta, la deuda por el alquiler debe tener al menos 6 meses de impago. 

Se pueden descontar de los rendimientos los Gastos por Servicios, tales como los destinados a la administración de la propiedad, la vigilancia, los costos de jardinería, entre otros. Figuran también entre estos ítems los gastos propios de la formalización del contrato de locación o uso, las primas de los diferentes seguros contratados, y la amortización del inmueble. 

Claro está que estos ítems, al igual que los anteriores, abarcan una serie de deducciones posibles. Lo que significa que pocas veces se dan todas de manera conjunta. Los montos que se descuenten para el cálculo del rendimiento de una propiedad, va a estar en función de la localidad (ayuntamiento, provincia y Comunidad) en que se encuentre asentado el inmueble.

Las reducciones posibles

Por último, a la par de las deducciones que se pueden realizar para el cálculo de los rendimientos del capital inmobiliario, están las posibles Reducciones. Y si bien tienen la misma función, son ítems poco habituales y con sus características específicas.

Uno de los casos es cuando el inmueble alquilado tiene como destino la vivienda. En estas circunstancias, se puede reducir el 60% el rendimiento neto positivo, esto es: la diferencia entre los ingresos que genera la propiedad y los gastos. 

Existe la figura de Minino por Parentesco. Es una reducción aplicable cuando el arrendatario es familiar, por afinidad o hasta un tercer grado de consanguinidad con el titular de la propiedad (o quien posea los derechos de uso sobre la misma).

El cálculo de los rendimientos del capital inmobiliario es una operación necesaria no sólo para entender el desarrollo del negocio. También es una buena manera de presentar de manera correcta la Declaración de Renta ante la Agencia Tributaria. Como siempre, se recomienda acudir con un especialista en cuestiones tributarias, que ayudará a mejorar el negocio.

Luego de leer este artículo, nos interesaría mucho conocer tu opinión acerca de los rendimientos del capital inmobiliario. Puedes compartirla con nosotros desde la sección “Comentarios” de nuestro Blog.

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