Este proyecto singular se encuentra en Malibú, y pertenece a la tendencia de la arquitectura del reciclado. La casa de las alas fue construida con las partes de lo que fue un Boeing 747 gracias al arquitecto David Herts, quien se encargó de darle una nueva vida a un avión dado de baja y usarlo como parte de una vivienda en medio de las montañas en California. Desde Oi Real Estate te llevamos a ver como se llevó a cabo está ingeniosa idea. Sigue leyendo!
En este artículo encontrarás:
La idea generadora del proyecto
A punto de llegar a su momento de jubilación, Francie Rehwald buscó durante mucho tiempo una parcela donde hacer su hogar de retiro. Como resultado encontró una propiedad perteneciente a Tony Duquette, un artista norteamericano especializado en diseños para teatro y cine. El inmueble se encontraba sobre un terreno ubicado las laderas de los cerros de Malibú, a 300 metros sobre el nivel del mar.
La propuesta de la casa de las alas
El arquitecto David Hertz inició sus bocetos con un techo que recordaba al ala de un avión. Cuando se dio cuenta de la dificultad de crear una cubierta con esta forma, desarrolló la idea de reciclar las alas de un 747 que encajarían perfectamente. Hertz se imaginaba una azotea libre de obstáculos para contemplar el sistema montañoso que tenía enfrente y al mismo tiempo que desde cualquier punto del interior se observaran las alas del avión.
Finalmente el arquitecto convenció a su cliente de que comprara directamente el avión 747 y la empresa Thompson Aviation le vendió la nave completa por 35.000 dólares.
Para tener las alas de un avión como azotea tuvieron que solicitar permisos especiales a la FAA, la administración de la aviación civil y otras entidades. La razón era que los pilotos que sobrevolaran la casa no la confundieran con un avión derribado.
¿Cómo se llevó a cabo el proyecto?
La obra se inició en el segundo cementerio de aviones más grande de EEUU, Victorville. Allí se cortaron las piezas según el pedido del arquitecto conforme al proyecto. Para está gran labor se utilizaron herramientas láser y sierras de corte que permitieron desmantelar el Boeing 747 por partes. Luego llegó el momento del transporte, que se realizó en dos tramos. En un principio se utilizó un camión con un escolta de unos 10 vehículos, llegando incluso a cortar varias autovías para su circulación. En el segundo tramo, se necesitó un helicóptero grúa para poder hacer llegar las piezas hasta el terreno de construcción. Con el fin de facilitar el transporte aéreo, se recortaron las alas y posteriormente se unificaron de nuevo una vez asentada en la parcela de obra.
La casa de las alas, una idea romántica de la arquitectura del reciclaje
La estructura de las alas y los estabilizadores de la cola son piezas prediseñadas como autoportantes, lo que las convierte en perfectas para lograr un techo ligero y de grandes luces. El edificio principal utiliza un ala y los estabilizadores de cola para el techo, mientras que la casa de huéspedes está cubierta por el ala restante.
Esta gran obra de arquitectura es un triunfo del diseño regenerativo. El 747 de la “Wing House” recicla los componentes del avión en formas poéticas que más que un techo es una forma que acompaña el paisaje. El Boeing estaba destinado a la pila de basura y Hertz lo reinventó como arquitectura.
Un proyecto sostenible
Hay tres materiales protagonistas en esta residencia: el concreto, vidrio y el aluminio del avión. Tanto el concreto como el aluminio provienen de reutilización de materiales y de estructuras pre-existentes.
Las características sostenibles del proyecto son las siguientes:
- reutilización adaptable
- paneles fotovoltaicos
- calefacción radiante
- ventilación natural
- acristalamiento de espejo de calor
Como el proyecto se encontraba sobre una ladera se tuvieron que construir muros de contención, aunque el arquitecto mantuvo algunos de los ya existentes. De esta forma se conservaron los niveles topográficos minimizando cualquier impacto adicional y ahorrando movimientos de suelos. La casa contiene paredes de tierra apisonada y columnas de acero circulares con un sistema de fijación para sostener el techo. Los sencillos marcos de refuerzo de acero permiten que el techo “flote” sobre el resto de la estructura.
El interior de la casa de las alas
La casa de 500 metros cuadrados está distribuida en tres niveles siguiendo las líneas topográficas del terreno. Cuenta con 2 dormitorios y 3 baños.
En el primer nivel está la vivienda principal con los ambientes diurnos en un espacio común distribuidos por el mobiliario, espacio cubierto con una de las alas del Boeing 747.
En el segundo nivel está el dormitorio principal cuyo techo son los estabilizadores de la cola del avión.
La casa de los invitados se encuentra en un nivel más bajo, junto a la piscina, para la cual se utilizó otra ala del avión, pudiendo acceder a este techo como a una terraza.
¿Qué te pareció esta casa única e inspiradora? ¿ Harías tu casa bajo las alas de un avión? Si tienes algún comentario para hacernos, puedes escribirnos en la casilla debajo del post. ¡Nos interesa mucho tu opinión!
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