“Atomic Habits” es el libro de James Clear que nos brinda varios consejos, aplicables a distintos aspectos de nuestra vida. ¿Cómo este best seller puede mejorar mis inversiones? Aquí te lo contamos.

James Clear, escritor y coaching, tuvo un accidente traumático con tan sólo 15 años que hizo que acabara con su sueño de ser beisbolista. A consecuencia de eso, se convirtió en un joven universitario triste e inseguro.

Mientras mis compañeros se quedaban despiertos tarde y jugaban videojuegos, desarrollé buenos hábitos y me acostaba temprano cada noche. En el desordenado mundo de un dormitorio universitario, adopté la costumbre de mantener mi habitación limpia y ordenada. Fueron mejoras pequeñas, pero me dieron una sensación de control sobre mi vida. Empecé a sentirme seguro de nuevo”.

Los pequeños hábitos fueron los que salvaron a James, le devolvieron la felicidad y así comenzó su exitosa carrera de coaching. Ha vendido más de tres millones de ejemplares y ha demostrado en carne propia que su método funciona. Su newsletter jamesclear.com tiene un millón de suscriptores y recibe dos millones de visitas mensuales.

La clave son los hábitos

Los hábitos son los elementos que nos pueden ayudar u obstaculizar nuestro propósito. Son acciones que se realizan con frecuencia y poco esfuerzo. Por ejemplo: levantarse cinco minutos antes, hacer dos flexiones al día, etc. “Los hábitos que en un principio pueden parecer pequeños y poco significativos se transformarán en resultados extraordinarios si tienes la voluntad de mantenerlos durante años. La calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestros hábitos”.

El rol de los rituales

Para identificarme con mis hábitos debo crear rituales. Los rituales nos ayudan a prepararnos mentalmente. Por ejemplo, el ritual de armarme un buen desayuno antes de comenzar a trabajar. El bienestar que ese hecho me genera ayudará a la concentración en el trabajo. Y lo seguiré repitiendo si quiero seguir rindiendo del mismo modo.

¿Por qué “hábitos atómicos”?

El licenciado en Bioquímica y Máster en Administración de Empresas utiliza el término atómico para distinguir a los hábitos. ¿Por qué? Porque algo tan insignificante como un átomo puede desencadenar otra cosa tan grande como un tsunami o una explosión atómica (aquí el término de átomo utilizado otra vez).

“Obtienes lo que repites”, nos dice el autor. Y nos señala también que para incorporar un hábito hace falta un cambio de conducta, que está formado por tres niveles:

  1. Resultados: cambiar algún resultado puntual, como perder peso.
  2. Procesos: relacionado a sistemas, como ser mejor en mi trabajo.
  3. Identidad: cambiar las creencias, la imagen que tenemos de nosotros mismos.

¿Cómo aplico estos hábitos de James Clear a mis inversiones?

Si bien su libro es aplicable a cualquier disciplina, haremos hincapié en las que pueden ayudarnos a guiar nuestro modo de invertir.

Mejorar un 1% cada día

A menudo solemos proponernos metas demasiado grandes. El autor cuenta que ayudó a una persona a perder 50 kilos diciéndole que fuera durante un año al gimnasio y se quedara solamente cinco minutos. La repetición de esta meta bastante fácil de realizar fue lo que logró que la persona triunfara.

Este efecto acumulativo del 1% nos lleva a ser un 37% mejor en un año. Sería una especie de ahorro diario pequeño que es más significativa a largo plazo, transformándose en ganancia. A esto él lo llama “el interés compuesto de la mejora personal”.

Tener paciencia

Solemos esperar resultados inmediatos para todas las cosas. Aquí el autor introduce el término del “valle de la decepción”. Debemos atravesar por el mismo, sentir que nuestro esfuerzo no sirve para nada, perseverar para finalmente terminar de atravesar este valle.

Haciendo un paralelismo con lo económico, también debemos reflexionar sobre qué decisiones tomar. Apurarnos puede desencadenar en resultados negativos. Hay que pensar bien la estrategia a seguir.

Centrarse en el objetivo, no en el método

Si yo quiero ser pianista, por ejemplo, debo practicar, analizar mis errores y mejorarlos. Los objetivos marcan la dirección pero el método es para mejorar.

En el ámbito del inversor, esto puede llevarse a cabo diversificando mi cartera y adaptando el nivel de riesgo que cada momento necesita.

Cuatro leyes para cambiar la conducta

A través de estas cuatro reglas construiremos un hábito atómico:

  1. Hacerlo evidente: definir y delimitar bien el objetivo, hacer un registro del mismo.
  2. Que sea atrayente: no todo deber ser un sacrificio, también se puede disfrutar del proceso. Podemos incluir aquí los rituales de motivación anteriormente señalados.
  3. Hacerlo fácil: quitarle dificultades o trabas. Utilizar la regla de los dos minutos (que el hábito se pueda realizar en ese tiempo o menos).
  4. Que sea satisfactorio: que tenga recompensas durante el proceso, por ejemplo.

Estas cuatro reglas sirven tanto para afirmar un hábito positivo o para eliminar un hábito negativo.

Cómo James Clear aplicó su método y mejoró su vida

El camino recorrido por el escritor de “Hábitos atómicos”, que pasó de su depresión a ser un hombre exitoso, es demostración absoluta del éxito de su teoría.

En 2021 creó su blog, en el cual escribía sólo dos días a la semana, y poco a poco se fue haciendo conocido. Similar a su teoría del 1% a mejorar cada día, ¿verdad? En unos pocos meses tenía miles de suscriptores y pasó a escribir en publicaciones muy conocidas como Time o Forbes. Un día, una editorial le planteó publicar un libro y en 2018 nació “Atomic Habits”.

Ángel Martínez-Aldama, presidente de INVERCO, elige este libro como uno de los que marcaron su vida:

“Un libro que ha caído en mis manos hace un tiempo, de fácil lectura que da pautas al lector sobre cómo modificar algunos aspectos de nuestra vida a partir de la aplicación de pequeños hábitos, que con repetición constante acaban por ser asumidos de una forma automática”, señala el directivo.

El perfil del inversor

Los hábitos, según James Clear, definen tu identidad. Si queremos obtener ganancias en cierto tiempo determinado, debemos ahorrar un poco todos los días.

Tener rituales, repetir los hábitos positivos, eliminar los hábitos negativos, confiar en el proceso, disfrutarlo, todo eso nos hará mejores a la hora de decidir invertir.

Simplemente podemos comenzar a repetirnos a nosotros mismos lo que queremos ser, todo el tiempo, y a la larga se alcanzará.

La lectura de “Hábitos atómicos: una forma fácil y comprobada de construir buenos hábitos y romper los malos” es muy sencilla y llevadera. Luego de leer esta nota, ¿te lo comprarás?

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