¿Alguna vez has perdido una negociación que parecía estar ya cerrada? Pues, a todos nos ha ocurrido alguna vez llevar una diligencia hasta un punto en el que todo parece ir sobre ruedas y soltarle la mano. ¿Y qué ocurre en la mayoría de los casos? La negociación se cae. Debes saber al respecto, que una diligencia inmobiliaria no estará del todo cerrada sino hasta el momento posterior a la firma de los contratos o escrituras. En este artículo de Oi Real Estate, veremos algunas estrategias en puntos claves en promociones inmobiliarias y cómo llegar a la meta de una diligencia de la mejor manera. Te invitamos a leer la nota hasta el final para conocer más sobre este apasionante tópico. ¿Nos acompañas?

Alerta Roja: punto crítico de una negociación

¿Sabes identificar cuál es el momento más sensible de una negociación? En el sector inmobiliario, suele decirse que existen dos puntos de máxima sensibilidad en una diligencia de compraventa o alquiler. Generalmente son:

  • El momento previo a la reunión en la que el cliente pondrá en tus manos la venta o arrendamiento de su propiedad
  • La instancia misma de cierre de la negociación.

En este último caso, hablamos de instantes segundos previos a dejar las firmas en el papel; hecho que finalmente señalará que la negociación llegó a buen puerto.

Y es que una negociación no estará terminada, sino cuando lo esté. ¿Consideras que (siguiendo esta máxima) una diligencia de esta envergadura podrá darse por finiquitada quedando aún dos o tres días para la reunión de firmas? Si lo piensas un poco, verás que nada puede darse por sentado en un trámite de tan vital importancia en la vida de una persona, como lo es la adquisición de una propiedad, donde tal vez pase el resto de sus días. Arrepentimientos y cientos de factores externos asechan y pueden atentar contra un resultado positivo.

El cliente sin rastro

Un interesado podrá haber visitado la propiedad en cinco, seis, diez oportunidades. Habrá ya concurrido a una visita con su esposa y sus hijos. Todos parecen muy contentos con la que será su nueva propiedad, su nuevo hogar. El cliente te consulta varias veces al día para evacuar sus dudas respecto a situaciones imaginarias que no hacen más que ratificar su posición de comprador. Ya todo está listo para la reserva. Pero el cliente no concurre a la reunión. Se ha vuelto invisible; no contesta tus llamados ni los de la agencia.

En este sentido, será imposible saber qué es lo que se le ha cruzado por la cabeza a este interesado para haber dado un volantazo tal a una negociación que parecía venir viento en popa. Puede que haya sufrido un inconveniente personal, económico, laboral. Las variables son infinitas. Pero, en la parte que te toca, deberás preguntarte entonces si habrás fallado en algo. Y, aunque te parezca mentira o difícil de creer, en la mayoría de los casos es el agente inmobiliario quien ha provocado esa partida, directa o indirectamente. ¿Qué hacer para no fallar en un proceso de cierre de una negociación?

Puntos claves en promociones inmobiliarias

Veamos específicamente el período de cierre de una negociación inmobiliaria, ya sea para aplicar a los momentos previos a la diligencia o a las instancias finales de la misma.

1 Apresurar al cliente ralentizado

Existen y existirán clientes e interesados seguros, pero que demoran en alzar la muñeca a la hora de la firma. En este sentido, como agente inmobiliario, es vital mantener la rienda del curso de la diligencia y evitar la prolongación de la reunión definitoria, tanto para la reserva como para la de firmas de escrituras finales.

2 Un futuro previsible

Una vez que el interesado ha decidido que comprará el inmueble ofrecido, algunos agentes inmobiliarios deciden “liberarlo” de llamadas insistentes o ligadas a detalles técnicos. Pues por el contrario, en esta instancia es conveniente más que nunca estar en contacto con el aspirante. Una buena estrategia, en este punto, es enumerarle las ventajas de las que está perdiéndose por no estar ocupando ya la propiedad.

3 Interesado poco confiable

Si un interesado se muestra optimista primero y luego poco convencido ante la vivienda que estás ofreciéndole, es probable que la negociación termine por pincharse antes de comenzar. Si esto ocurre, procura que te cuente qué otras comodidades o aptitudes está buscando y que no encuentra en dicho piso. Acaso el inmueble sea de su agrado, pero no su ubicación o viceversa. Procura tener a mano tu cartera de viviendas en venta para inmediatamente ofrecerle opciones. Al menos se sentirá escuchado y será una buena forma de personalizar más el trato y la atención.

4 “Cambios” en las condiciones

Si un interesado estira demasiado su definición sobre una reserva de la propiedad que lo ha entusiasmado, pacta una reunión con él para informarle sobre “cambios en las condiciones o incluso en costes”. Puede que estos no existan en realidad, pero será un excelente disparador para la toma de consciencia de la premura del caso. Este tipo de metodologías debe ser utilizado con extremo cuidado, ya que muchos podrían sentirse repelidos ante una situación de alteración a lo acordado. Es aconsejable utilizarla solamente si el interesado a excedido todo límite en los plazos pactados previamente, o si tienes otras ofertas serias respecto al piso en cuestión.

Existen incontables estrategias de cierre de negociaciones inmobiliarias; de gran utilidad para acelerar la definición de una diligencia dilatada. ¿Cuál es tu experiencia en estrategias en cierre de negociaciones inmobiliarias ? ¿Eres un autodidacta? Nos encantaría conocer tu opinión en la bandeja de comentarios al pie del artículo.

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