Finalmente se conocen los índices de cierre 2021, de cara a un 2022 hiperactivo respecto al acceso a la vivienda pública en España. Esos números señalan la tendencia prevista y abalada por los principales medios especializados; que vaticinaban un incremento sustancial en el total y que sin embargo resulta muy bajo en comparación a la realidad de las naciones vecinas; y que siguen manteniendo al país muy alejado de los más desarrollados en la materia. En este artículo de Oi Real Estate, veremos cómo el parque de vivienda pública en leve ascenso parece no ser suficiente para contrarrestar la problemática del acceso al techo digno por parte de los sectores más débiles.

Un despegue poco relevante

Que España es uno de los países europeos que durante décadas (al menos desde la vuelta de la Democracia) menos intención política tuvo en solucionar la problemática del acceso a la vivienda, es casi un hecho. Los distintos y sucesivos gobiernos, sin importar la orientación política, han relegado una y otra vez a los sectores sociales menos desarrollados respecto al abordaje de una vivienda asequible.

En este sentido, podríamos afirmar que aquellas predicciones emanadas de diversos organismos sociales defensores de los más débiles se ha convertido hoy día en una dolorosa realidad ¿Qué hacer ante una eventual situación de crisis humanitaria o sanitaria? La irrupción de la pandemia COVID 19 tomó por sorpresa a muchos; no así a estas organizaciones que vieron cumplirse palmo a palmo aquellas advertencias.

Los países con Estados con más presencia en el sector público de alquiler han podido solventar con mejor cara los embates sociales como consecuencia de las medidas sanitarias y las olas de contagios; otros como España (cuyo parque público de vivienda era hasta 2019 apenas superior al 1% del total de los bienes a lo largo y ancho del territorio) a pesar de haber realizado esfuerzos descomunales por parte de las autoridades nacionales; apenas pueden tomar algo de aire respecto al conflicto, de cara a un futuro de urgencias.

Parque de vivienda pública en leve ascenso

Al día de hoy, España posee un parque de vivienda de los denominados “asequibles” confirmado en un 2.5%. Este porcentaje la posiciona muy por debajo del 9.3% de la media en Europa; y decididamente la aleja de los países especialistas en este campo, cuyo parque público oscila en un 20% del total de bienes inmuebles. En el segundo informe de la UPF y la APCE denominado “Colaboración público privada en el mercado de la vivienda en Cataluña”, en el marco del cátedra de empresa “Vivienda y Futuro”, se llegó a ese preocupante índice.

Tomando como punto referencial un análisis exhaustivo sobre las distintas carencias que sufre en la actualidad el parque social de vivienda y sobre todo en Cataluña, el informe hace foco en la comparativa con las naciones vecinas. En este sentido, dicho informe propone como salida a esta frágil situación (que de no detenerse podría conducir a otras de igual o peor impacto, como la disparada del precio del alquiler privado, con todo lo que ello implica); buscar y promover la inversión estatal en colaboración con la particular ¿Existe otra salida?

El incremento del alquiler según el informe

El informe de la UPF y la APCE va más allá de evidenciar la poca relevancia en el actual parque de vivienda pública en leve ascenso. Considera que el coste del alquiler no se ha detenido nunca en su incremento durante los últimos períodos; tras años de una disminución comprobable hasta 2015 en los precios de los contratos y mantenido durante años. Desde ese punto y a la fecha (pandemia mediante) el precio del alquiler en España se ha incrementado en el acumulado un 33%; por otro lado, y durante el mismo período, sus tasas anuales tocaron hasta un 10% en una clara desaceleración.

Ambas organizaciones concuerdan en que “en un país europeo estándar, esta problemática se resolvería con viviendas de alquiler social”. Lo que parece un enunciado sencillo y muy fácil de llevar a la práctica, se ha transformado, dado el rezago de la toma de decisiones en este sentido, en una de las obsesiones urgentes del gobierno. Esto queda de manifiesto en el apremio por consagrar la nueva Ley de Vivienda y su megapaquete de medidas en torno al acceso a la vivienda por parte de los más relegados o más golpeados por la pandemia.

Porcentajes en la Unión Europea

Para entender la posición española debemos compararla con sus vecinos más cercanos. Si bien se detecta un crecimiento del parque público (impulsado por programas ambiciosos como el Plan Vive en Madrid); no puede afirmarse que de momento el conflicto del acceso a la vivienda visualice la luz al final del túnel, ni mucho menos.

El promedio de vivienda asequible estatal en la Unión Europea sigue alejado, con su 9.3%; mientras que en naciones como Dinamarca o Reino Unido (quienes mantienen firmes su postura pionera respecto al alquiler asequible) hoy en día ronda el 20%. Para lograr estos índices, los países líderes en el parque público a nivel europeo, han sabido con los años elaborar virtuosos planes de inversión colaborativos público/privados.

Alejados de esta mecánica, ocho de cada diez de los visados de inicio de obra en viviendas protegidas en Cataluña fueron propulsados por operadoras y promotoras exclusivamente privadas; solo durante 2020.

El Gobierno considera vital la mancomunión del Estado y los inversores privados para mitigar y solucionar el problema a mediano plazo… ¿Consideras como la salida más rápida y posible el trabajo conjunto entre grupos particulares y el Estado? ¿O crees que la solución debe venir exclusivamente de manos de un Estado fuerte y con mayor presencia? Nos encantaría conocer tu opinión.

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