El planeta necesita más que nunca del compromiso de todos sus habitantes. Y hay pequeñas acciones que pueden cambiar el mundo sin modificar nuestra calidad de vida. La eficiencia energética es una de ellas. Y no solo contribuirá al medioambiente sino también a tu economía. Pues si la aplicas ahorrarás dinero en tus facturas de suministros.

Cada día, tú y yo consumimos toneladas de energía. El consumo medio anual de electricidad por hogar en España es de 3 487 kWh. El 55% de dicho consumo proviene de los electrodomésticos y solo el 11% de la iluminación.

Consecuentemente, se liberan en la atmósfera cantidades industriales de dióxido de carbono que perturban a nuestro planeta. Pero la buena noticia es que podemos reducir el impacto ambiental con pequeños cambios en nuestra vida. Por eso, te hablaremos de la eficiencia energética.

¿Qué es la eficiencia energética?

El término hace referencia a la necesidad de reducir la cantidad de energía utilizada en los procesos. Un ejemplo gráfico consiste en imaginarse una casa que posea aislamiento térmico. Sus habitantes no necesitarán de la calefacción o del aire acondicionado, salvo en situaciones excepcionales.

Hay muchas motivaciones para aplicar la eficiencia energética. La primera, es el ahorro por parte del usuario en sus facturas de suministros. La segunda, es que pretende reducir la emisión de gases de efecto invernadero, que contribuyen a agrandar el agujero de la capa de ozono.

Según la Agencia Internacional de Energía, aplicar la eficiencia energética en los procesos industriales, el transporte y los hogares podría reducir las necesidades de consumo en un tercio hacia el año 2050.

Eficiencia energética

¿Cómo puedes implementar la eficiencia energética en el hogar?

Cambia tus bombillas

Desde hace unos años las lamparitas convencionales han ido perdiendo protagonismo. Pues el reemplazo por bombillas LED es una tendencia que favorece el consumo eficiente de la energía.  

En España, sustituir una sola bombilla halógena por una LED, te permitirá ahorrar 14 euros anuales. Multiplica eso por la cantidad de lamparitas que tienes en tu hogar y verás que el cambio es sumamente relevante.

Aprovecha al máximo la luz natural

Muchas veces encendemos las luces por costumbre, sin contar que con la luz del sol sería suficiente. Por eso, antes de presionar la perilla de la luz, abre tus ventanas, corre las cortinas y levanta las persianas. Verás cómo ahorras dinero con esta simple rutina.

Elige electrodomésticos eficientes

Todos los electrodomésticos traen una pegatina donde se indica su nivel de eficiencia energética. La clasificación va de la “A” a la “G”, siendo la primera la categoría más eficiente.

Nuestro consejo es que reemplaces los viejos artefactos por otros que sean más amigables con el medio ambiente. Verás como a fin de año notarás el ahorro en tus facturas.

Arma un plan en tu hogar

Aunque parezca una obviedad, educarnos en el ahorro energético puede resultar difícil. Por eso, crear un plan en tu hogar es una buena alternativa.

Puedes proponerte pequeños cambios como:

  • Apagar las luces cuando no las necesites.
  • Desconectar los artefactos que no estén en uso.
  • Asegurarte de que las puertas de la nevera sellen bien.
  • Limpiar los filtros de tus aspiradoras o de tus aires acondicionados.

¿Por qué necesitas el certificado de eficiencia energética para vender o alquiler tu propiedad?

La norma actual exige que, si quieres vender o alquilar tu inmueble, deberás presentar el certificado de eficiencia energética. No es otra cosa que un documento oficial redactado por un técnico que incluye información sobre las características energéticas de tu propiedad. En ese sentido, el certificado califica al inmueble, calculando el consumo anual de energía necesario para satisfacer la demanda en condiciones normales de ocupación y funcionamiento.

También los gobiernos buscan reducir el consumo innecesario de energía. Y es por eso que, desde hace algunos años, el certificado de eficiencia energética es obligatorio.

Sabemos que reducir el consumo de energía a cero es imposible y también innecesario. Lo que se pretende es equilibrar la emisión de gases de efecto invernadero aprovechando también la posibilidad de ahorrar dinero.

El consumo responsable debe ser un compromiso de todos y es también una obligación para los propietarios y para los inquilinos. Por eso, aplicar estos consejos es un buen comienzo: a final de año notarás la diferencia en tus facturas.

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