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Calella tiene una gran zona peatonal y comercial, espacios verdes y una amplia oferta hotelera. Pero, sin duda, su mayor atractivo lo componen sus tres kilómetros de playas de arena dorada y aguas de azul intenso. 

Sus zonas naturales como el parque Dalmau, el paseo de Manuel Puigvert, Las Torretas o el paseo de Garbí hacen de esta localidad una ciudad moderna y acogedora, que permite disfrutar de una oferta de ocio para todos los gustos. Calella es escogida cada año por unos 250.000 turistas para pasar sus vacaciones. Principalmente, británicos y alemanes. 

El núcleo urbano de Calella cuenta con casas antiguas y construcciones de no más de tres alturas. Lo mismo sucede en las primeras líneas de playa, ocupadas en su mayoría por viviendas unifamiliares, separadas del mar por las vías del tren. 

El casco nuevo de Calella, por contra, está formado principalmente por bloques de apartamentos y urbanizaciones, además de edificios hoteleros. Este municipio también cuenta con un hospital comarcal, una amplia oferta gastronómica e incluso un parque acuático.

A pesar de ser un destino muy turístico, el precio de las viviendas en Calella es moderado. Actualmente, comprar un piso en este municipio cuesta una media de 1,777,52 euros por metro cuadrado. El alquiler está por lo general por debajo de los 750 euros mensuales, precio que se dispara en cuanto se trata de arrendamiento vacacional. Para alquiler de larga duración, la media se sitúa en 7,04 euros mensuales por metro cuadrado. 

En el patrimonio arquitectónico de Calella destacan construcciones históricas como el faro, de 1859, Les Torretes, antiguas torres de telégrafo, las plazas de la Iglesia, de Catalunya y la de Bunyol, o el Museo Archivo, que cuenta la historia de este pueblo desde sus inicios hasta la actualidad.