El martes 6 de julio se aprobó el anteproyecto de ley de las startups y será sometido a consulta pública. Sin embargo, ya ha recibido muchas críticas por parte de emprendedores, entidades y diferentes inversores. ¿Por qué se debe reconocer la singularidad de un emprendimiento siguiendo al modelo empresarial? ¿En dónde radica la importancia de estos nuevos proyectos emergentes?

El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, comandado por Nadia Calviño, ha aprobado el anteproyecto de ley que pretende fomentar el surgimiento de startups en España. El sector ya desde hace tiempo reclamaba una norma que ayude con la financiación de los emprendimientos.

Las personas que deseaban emprender solían enfrentarse a muchas trabas legales, además del coste económico que conlleva. Los países de la región ya estaban tomando cartas en el asunto pero el nuestro aún no se había manifestado al respecto.

El auge del emprendimiento durante la pandemia

Este tipo de proyectos, durante el contexto del COVID-19, se ha acelerado a un modo inaudito. Ya hemos hablado de este tema en la nota sobre la evolución de las startups publicada hace unos días en este blog.

Las empresas emergentes aportan una brisa nueva y otra mirada dentro del mercado. En su mayoría, se relacionan con la tecnología y la innovación, adaptándose a las nuevas demandas. Este sector en crecimiento es clave para la recuperación total de la economía nacional post pandemia.

Según el estudio Las empresas startups en España, de Informa D&B, la cantidad de emprendimientos en el país es de 22.771, o sea, un 5% del total de empresas creadas durante 2015 y 2020. Sin embargo, el país está a la cola del top 10 de países europeos con mayor financiación.

Pedro Sánchez retomó el anteproyecto que comenzó hace dos años

Qué aporta la nueva ley a un emprendimiento

El texto del anteproyecto de ley se había sometido a consulta pública hace dos años. En febrero de este año, Pedro Sánchez volvió a retomar este reto a través de la presentación de 50 medidas clave para la recuperación económica de España.

El 6 de julio se aprobó el tan ansiado anteproyecto, cuyo objetivo es promover el surgimiento de este tipo de empresas, atraer inversores y fomentar un clima idóneo para el surgimiento de nuevos talentos. Además se plantea evitar la llamada fuga de cerebros y convertir al país en un hub europeo.

Beneficios fiscales, fomento a la inversión y agilidad burocrática

  • Reducción del tipo de impuesto de sociedades, pasando del 25% al 15% hasta un máximo de cuatro años.
  • Se suaviza también la cuota de deducción de los inversores de un 40% a un 30%.
  • Se eleva a 100.000 euros anuales el tope de deducción por inversión en cada emprendimiento, en un período cubierto de entre 5 y 7 años.
  • Aparece la posibilidad de pedir un aplazamiento de la deuda tributaria frente al impuesto de sociedades o al de la renta durante el primer ejercicio.
  • Se planifica crear una visa especial para los teletrabajadores que quieran instalarse en el país.

Loly Garrido, cofundadora de Gudog es optimista ante el nuevo anteproyecto: “El hecho de que por fin se vaya a promocionar España como lugar idóneo donde vivir y trabajar, y atraer de esta forma empresas de nueva creación, ya tiene todo mi apoyo”.

Sin embargo, como detallaremos a continuación, no todos los emprendedores opinan como ella.

Los puntos débiles del anteproyecto

La definición de emprendimiento

El punto principal de las críticas hacia esta nueva ley es la definición de startup utilizada. La misma se limita a empresas con cinco o menos años de recorrido y una facturación no mayor a cinco millones de euros.

Dentro de estos parámetros se incluyen perfectamente los nuevos proyectos pero deja por fuera a los más antiguos. O sea, se apoya el surgimiento pero no se fomenta el desarrollo de un emprendimiento exitoso.

“Creo que toca bien la fase de creación de una empresa, los primeros 5 años, facturaciones bajas, es interesante que hagan un guiño a empresas más intensivas a investigación como industriales o biotecnológicas, pero se me queda un pelín corto. Tenemos que ser capaces no solo de apoyar la creación de empresas, sino ayudar a su crecimiento. Una empresa que factura 5 millones es un empresón, pero no un competidor global”, opina Antonio Iglesias, director general de Endeavor España.

La reducción del impuesto a sociedades no es práctica

También se le critica que la reducción del 25% al 15% del impuesto de sociedades no es muy práctica pues muchas empresas emergentes no están pagando este impuesto ya que no se encuentran obteniendo beneficios aún.

“La mayoría de las startups presentan resultados negativos, pérdidas, durante los primeros años, por lo que no tributan en sociedades, no tiene sentido que se reduzca el tipo a empresas que de facto no presentan impuesto de sociedades”, afirma el cofundador de Bnext, Guillermo Vicandi.

La deducción por inversión no alcanza

El tope de 100.000 euros se queda corto, no solo por las exenciones sino también por brindar facilidad a la inversión de capital riesgo a institucionales, por ejemplo los fondo de pensiones. “100.000 euros son tickets minúsculos, y no van a incentivar la inversión en España, pueden incentivar al inversor mega pequeño que va a hacer una ronda muy pequeña en una startup incipiente, pero no van a atraer inversión”, opina Vicandi.

Qué entiende el proyecto por nómadas digitales

Los teletrabajadores son los más cotizados dentro del sector porque llevan su talento y dinero a la nación en la cual se asienten. El Gobierno plantea rebajar del 24% al 15%el impuesto sobre la renta que pagarán las personas no residentes que quieran vivir en nuestro suelo y crear su emprendimiento.

Sin embargo, según Eduardo Machón, “Un nómada no pasa de vivir de un sitio a establecerse en otro, sino que se va moviendo buscando experiencias, gastar menos, probar cosas diferentes… Esa gente es difícil que traslade su residencia a tu país porque no se va a quedar”, opina el fundador de Mailtrack y Panoramio.

Los países europeos en competencia por los nómadas digitales

Las normas actuales que regulan el sector

La actualidad de las empresas emergentes se encuentra sometida a normas obsoletas, que no acompañan el crecimiento ni la importancia del sector para la economía del país. Citaremos algunas de ellas:

  • Ley 11/2003: brinda medidas para apoyar un emprendimiento, estimula su crecimiento y el empleo. Apunta a flexibilizar las reformas estructurales y ajustar los precios y salarios. También se estimula la competencia.
  • Ley 14/2013: aprueba medidas para simplificar la creación de empresas, reduciendo la burocracia y apoyando la internacionalización del sector.
  • Ley 25/2015: ofrece el mecanismo de segunda oportunidad a los emprendedores que no han conseguido éxito y arrastran deudas por proyectos anteriores. Excluye la obligación de presentar la declaración en el impuesto sobre sociedades.
  • Ley 5/2015: promueve la financiación empresarial. Brinda un régimen jurídico para el crowdfunding.

Más allá de todas estas críticas, que se haya presentado esta ley ya es un avance muy importante para el sector emprendedor. El anteproyecto se someterá a consulta pública y permitirá que se realicen modificaciones para adecuarlo un poco más a la realidad de los emprendedores, sin dejar fuera a nadie.

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