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Premià de Mar es conocido por sus playas, su paseo marítimo y su puerto deportivo, que, desde hace poco, cuenta con un centro comercial. El núcleo urbano, extendido alrededor de la carretera de Mataró, más conocida como el Camí Reial, se compone de casas antiguas

típicas de la zona.

Las viviendas clásicas de esta localidad se caracterizan por ser construcciones de fachadas blancas, planta baja y primer piso, con amplios ventanales enrejados que dan a la calle, y con un patio interior en la parte posterior. Viviendas unifamiliares que han sobrevivido generación tras generación y que ahora forman parte del patrimonio histórico y arquitectónico de Premià de Mar.

Estas casas contrastan con las construcciones más modernas, que comenzaron a erigirse a finales de los años 60, cuando Premià de Mar experimentó una rápida extensión de la superficie urbanizada, sobre todo hacia la zona de montaña, hasta conectar con los barrios periféricos y limitando con la autopista de Barcelona-Mataró.

También se construyó durante esa época la conocida como Gran Vía, antes llamada Avenida del 27 de enero, donde se construyeron grandes bloques de apartamentos. Este paisaje contrasta con el que se encuentra en las primeras líneas de playa, donde predominan las casas unifamiliares y los bloques de apartamentos de veraneo.

Teniendo en cuenta el potencial turístico de Premià de Mar, es normal encontrarse con precios

bastante elevados en los inmuebles. El valor medio de la vivienda es, en 2018, de 2.240,86 euros por metro cuadrado, mientras que el precio del alquiler se sitúa en una media

de 7,96 euros mensuales por metro cuadrado.