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AIDA

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A pesar de que los tiempos actuales en los departamentos de ventas se ven teñidos de un carácter netamente digital ¿es del todo conveniente abandonar los métodos clásicos? ¿Qué hay de aquellas estrategias consideradas demodé no por su propio fracaso, sino por el avance de la era online? Entre esos métodos en auge durante todo el siglo XX sobresale el famoso método AIDA de ventas ¿Lo conoces o has puesto en práctica alguna vez? En este artículo de Oi Real Estate, repasaremos el modelo AIDA en real estate y la conveniencia de implementarlo de forma correcta en esta época digital. Te invitamos a leer la nota hasta el final para conocer mucho más. ¿Nos acompañas?

Un poco de historia sobre el modelo AIDA

El campo del marketing guarda cantidad incontable de términos, acrónimos, analogías, que clasifican conceptos muy puntuales. La finalidad de estos sustantivos utilizados para denominar acciones de ventas (a veces similares, distintas o directamente opuestas) es poder determinar claramente para qué sirven con solo nombrarlos. Así, por ejemplo, cuando hablamos de embudos de ventas (existen decenas de embudos y todos representan muy bien las metodologías), sus nombres nos permitirán diferenciarlos entre sí.

El modelo AIDA bien puede estar clasificado como uno de los tantos embudos, o caminos para realizar una acción de venta. A estas alturas, este que es uno de los primeros métodos de copywriting creados por los cerebros del marketing, es uno de los mecanismos más conocidos y utilizados; implementados y readaptados por el sector inmobiliario acorde a la impronta de cada firma. Hoy mismo, sigue siendo muy útil y ventajoso.

Métodos de “embudo alternativo”

Su forma de puesta en práctica es muy sencilla de definir, aunque algo compleja de llevar adelante durante los primeros tiempos; si es que aún tu agencia o servicio inmobiliario no cuenta con un reconocimiento o presencia de marca suficiente en el mercado. La mayoría de las veces, el AIDA encuentra piedras en los primeros tramos del camino; sin embargo, una vez que los encargados de practicarlo comienzan a identificar esos escollos y a evitarlos, su mecánica se vuelve tan automatizada que logra revertir aquella situación inicial desfavorable y desalentadora.

El proceso del embudo AIDA puede perfectamente compararse con el del inbound marketing, con algunas diferencias; en ciertos tramos semejantes y en otros notablemente disímiles. La terminología AIDA se trata de un acrónimo pergeñado por Elias St. Elmo Lewis (publicista pionero estadounidense) a finales del siglo IXX; propio del idioma inglés, aunque adaptable al idioma español que manejamos:

  1. Attention – Atención
  2. Interest – Interés
  3. Desire – Deseo
  4. Action – Acción

Modelo AIDA en real estate

El Modelo AIDA en real estate puede ser implementado a través de distintos objetos de campañas publicitarias. Correos electrónicos, sitios web, plataformas y publicaciones digitales, banners, newsletters; todos sirven en cuanto dicha campaña sea escrita. Es mediante textos que podrás practicar el modelo AIDA.

Su meta fundamental y básica en el arranque será captar la atención del propietario (si está buscando un servicio capaz de vender o alquilar su propiedad); del comprador o eventual inquilino (si lo que pretende es comprar un inmueble o alquilarlo); también deberá esmerarse por lograr que quien en ningún momento pensó en realizar una acción inmobiliaria, lo haga a partir de ser receptor de la campaña. Una tarea compleja ¿no te parece?

Una vez que has logrado que el potencial cliente o interesado ponga los ojos en tu servicio, el modelo AIDA propone generar el suficiente interés en el futuro prospecto y presentar tus servicios inmobiliarios como solución definitiva.

En este sentido, el principal enfoque del modelo AIDA busca cómo captar, generar atracción, respaldar y guiar al interesado y finalmente cerrar una negociación (que no será la venta inmobiliaria en sí, sino que el interesado se vuelva nuestro prospecto).

Los 3 pasos en comienzo de gestión

¿Cómo llevar a la práctica esta metodología que, al menos en un principio y desde su definición suena tan clara?

1 Llamado de atención

Que suenen las alarmas en la cabeza del potencial prospecto. Para titular o encabezar tus textos en artículos, banners o newsletters inmobiliarios con este fin, deberás conocer a fondo los motivos por los cuales tu público objetivo puede querer vender o alquilar su propiedad.

Para lograr que alguien ponga su mirada en tu servicio, procura ofrecer siempre una propuesta de valor comercial que te diferencie de tus principales competidores en el circuito zonal ¿Qué haría que un propietario se decida por contratarte a ti y no al agente inmobiliario de la agencia de la vuelta? Examina tus posibilidades, sé transparente y deja en claro cuáles son las cualidades que te distinguen.

2 Generación de interés y deseo

Has captado la atención de tu público. Ahora deberás generar el interés necesario para que parte de él decida elegirte definitivamente para lograr su objetivo de compra o venta. Concéntrate en mostrarte como un solucionador de conflictos; ya que uno de los mayores temores de los propietarios o de los compradores es el desconocimiento de los vericuetos propios del sector inmobiliario.

El segundo y tercer paso del método AIDA, al menos en el sector en bienes raíces, van de la mano. Asegúrate contar con un equipo de profesionales que puedan darte solución concreta y rápida a los giros que pueda conllevar una diligencia a futuro. Asuntos legales, de refacción edilicia o de asesoramiento personalizado son cuestiones que debes poder prever de antemano, ya que casi no hay negociación en donde no se presente al menos uno de estos inconvenientes.

Así, una vez que el potencial cliente decide evaluar si trabajar contigo o no, considerarte como la solución a sus problemas despejará el camino en su decisión. Tus contactos profesionales deben ser comprobables para que el interesado tenga la seguridad de que van  a responder a tus llamadas y a brindarle en definitiva una respuesta segura.

3 Llamada a la acción

Las llamadas a la acción deberán estar delineadas con antelación y seducir al interesado de distintas formas. Existen cientos de formas sencillas de llamar a la acción a través de palabras mágicas o claves. Podemos resumir algunas de ellas:

  • Regístrate
  • Prueba con nosotros
  • Apúntate
  • Llámanos
  • Contáctanos
  • Únete

Si te decides a ir un paso más allá, puedes adosar junto a la llamada a la acción (el último de los pasos en el embudo del modelo AIDA en el sector inmobiliario) una promoción por tiempo limitado, incluso muy limitado. En lo general, la opción de suscripción a newsletters (de pago) con duración de 24 horas puede ser una buena opción para comenzar.

¿Cuál es tu experiencia sobre el modelo AIDA? ¿Lo has puesto en práctica alguna vez? Nos encantaría conocer tu opinión.

Y si te ha interesado el tema y quieres seguir conociendo mucho más sobre el mundo inmobiliario, te recomendamos leer el siguiente artículo:

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